Después de 23 años decidieron casarse y les robaron los ahorros
| 2 de Noviembre de 2015 | 02:15
Por fin se había decidido. Después de 23 años junto a su pareja, Rosa Prituluk (57) se convenció de que iba a casarse por civil. Empezó a organizar la ceremonia y se dedicó a guardar peso por peso hasta reunir una cantidad de plata necesaria para cubrir los gastos de los festejos. Pero todo lo que estaban organizando -al menos en la forma en que planeaban hacerlo- quedó en la nada, porque ese dinero se lo terminaron llevando los ladrones que el sábado a la tarde se metieron en su casa.
El futuro matrimonio vive en una casa de la manzana 8 del barrio Obrero de Berisso. De ahí habían salido por la mañana, hasta volver poco antes de las 18. Fueron alrededor de nueve horas de ausencia, aunque las propias víctimas se animaron a situar el momento del robo en la franja de la siesta, “entre las 2 y las 4 de la tarde, porque no hubo nadie que escuchara nada”, especuló Rosa.
Desde un callejón angosto que ya generó más de una polémica en el barrio (ver Recuadro), los intrusos saltaron un paredón y llegaron al patio de la casa. Rompieron de un cascotazo la ventana de la cochera y se cercioraron de que no hubiera nadie.
Después, el más menudo de ellos, del que la policía sospecha que podría ser un menor, fue el que se encargó de entrar por una pequeña ventanilla de baño. El encontró las llaves de la casa, para abrir sin inconvenientes las puertas y permitirles a sus cómplices una revisión completa del lugar.
LO QUE SE LLEVARON
Veinte mil pesos era la suma que las víctimas habían alcanzado a ahorrar para cubrir los costos de los festejos de su demorado casamiento por civil. A su vuelta a casa no les habían dejado nada.
Además de esa plata, que encontraron en un pequeño mueble, los asaltantes también se llevaron alhajas de plata y bijouterie. A todo eso se le sumó una máquina desmalezadora, que guardaban en la cochera, y que está valuada en unos 10 mil pesos.
Hubo artículos de valor más voluminosos, como algunos electrodomésticos, que se salvaron de los ladrones. Para un vocero policial, la explicación fue que “no se los robaron para no llamar tanto la atención, porque ya de por sí se estaban llevando la desmalezadora”.
Los policías fueron a auxiliar a las víctimas ni bien fueron llamados. Tuvieron que escuchar sus reclamos por falta de patrullaje y su preocupación por los casos repetidos de inseguridad en el barrio.
“Sentimos una depresión muy grande cuando nos dimos cuenta del robo. Pasamos la noche en vela esperando a la Policía Científica, que llegó doce horas después”, manifestó Rosa, todavía enojada, en una entrevista con EL DIA.
En una sala de la casa quedaron los centros de mesa lilas que la pareja ya había estado armando para la fiesta que se debían y habían decidido hacer. Pero sin los ahorros el panorama se les puso complicado: “Nos rompieron la ilusión, tenemos mucha bronca e impotencia”, dijo Rosa.
Sin embargo, esta historia parece rumbo a un final feliz: la pareja va a casarse de todas maneras, a pesar de tener que celebrarlo con una reunión bastante más modesta.
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