Allá lejos, el arco rival
| 17 de Octubre de 2016 | 18:05
¿A qué juega Gimnasia? La pregunta suena fuerte, pero no tiene ánimo de crítica impíadosa. Sí, de disparador, de intercambio de idea. ¿Es un equipo intenso? No. Pocas veces presiona alto y no tiene gran dinámica. ¿Hace un culto de la posesión de pelota? Obviamente, no. ¿Es defensivo?Lo intenta, pero tiene problemas estructurales e individuales para defender bien. Entonces...¿qué busca Alfaro? ¿cuál es el ideal que no encuentra?
Este Gimnasia 2016 que mostró su mejor cara ante Vélez con una prueba de carácter frente a la adversidad de la expulsión de Oreja a los 5 minutos parece un equipo pensado y planificado para minimizar las virtudes del rival, para bloquear y no dejar jugar, para enfrentar a rivales superiores. El tema es que después, sin jugadores con cambio de ritmo ni delanteros infalibles parece quedar expuesto al error rival o a una alegría desde la pelota quieta. Esa estructura pone el juego cerca del arco de Martín y deja al equipo lejos del área rival. El "9", sea Mazzola o Vegetti, queda huérfano, lejano, desconectado de un equipo "largo". Así es muy difícil: el arco propio es enorme; el de enfrente, chiquito, inexplorado, hostil.
Gimnasia parece un equipo sin rebeldía, sin ese coraje que te lleva a dar vuelta situaciones poco propicias. ¿Responsabilidad de Alfaro o de los jugadores? El DT parece no encontrar el equipo. Busca. Prueba. Chirola no estaba en los planes y es titular. Niell era titular y nunca perdió el puesto en cancha. Vegetti y Mazzola se llevan todos los palos, pero ¿les llega la pelota? Obviamente que hay niveles individuales que están lejos de lo esperado. Ramiro Carrera va a dar mucho más. Lobos jugó apenas 9 minutos. Bottinelli es una incógnita. Perdomo cumplió con creces, pero este equipo extraña el empuje de Rinaudo. ¿Valdez y Noble aportarán lo que se perdió con la salida de Meza o habrá que salir de shopping en diciembre?
Todas preguntas que no tienen respuesta. A Alfaro le preocupa lo poco que genera en ofensiva. Gimnasia necesita ser otro el miércoles. Con las pocas ambiciones actuales, pendientes de la falla contraria, sólo imagino penales y la cuota se agotó con Moriconi en los '80. Cerca del arco propio estará cerca de perder. Lejos de Alexis, tal vez se acerque a ser un equipo que se anime a jugar y no sólo a anular.
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