Sin detenidos por el crimen de la telefonista del hospital de Romero

Los investigadores buscan testigos y analizan si alguna cámara de monitoreo captó a los homicidas

En el pueblo de Melchor Romero, mientras crece la indignación por la inseguridad salvaje que acaba de cobrar la vida de Marcela Ayala (49), una telefonista del hospital Alejandro Korn de esa localidad, ya circulan los nombres de los posibles autores del crimen. Pero esas ansias de justicia, ese deseo para que el caso se resuelva, que anoche impulsó una nueva y masiva movilización (ver pág. 21), no se compadece con la fría letra del expediente judicial, donde, al menos por ahora, los homicidas no están identificados.

En diálogo con EL DIA, una calificada fuente de la investigación confirmó que “hay testigos” que habrían visto a los asesinos en plena huida, aunque todavía no se conocen sus nombres.

“Se están tomando declaraciones y se están revisando distintas cámaras de monitoreo, para saber si hay alguna imagen que sirva para su individualización”, expresó el mismo vocero.

Como este diario publicó en su edición anterior, el hecho ocurrió en una vivienda de la calle 519 entre 170 y 171.

Se sospecha que por lo menos uno de los delincuentes era delgado, porque a la casa entraron por una pequeña abertura de 40 centímetros por un metro, sin rejas ni otras medidas de seguridad más que una ventana fácil de vulnerar, según explicó Juan Manuel Alnival (51), el ex marido.

Por ahí accedieron a la cocina y empezaron a revisar todo lo que tenían a mano. Marcela dormía en su pieza, en la planta alta, y en los primeros minutos no escuchó lo que pasaba.

Todo cambió de repente, cuando ella “se despertó, se levantó a ver qué pasaba y cuando se asomó por un pasillo vio de frente a uno de los ladrones”, explicó Juan Manuel.

A partir de ese instante de terror, se presume que, por temor a ser delatados, le descerrajaron un balazo a quemarropa.

“Por las marcas que quedaron, pareció que no hubo forcejeo ni nada por el estilo. Los dos se vieron de frente y él le pegó un solo tiro en el pecho”, describió Juan Manuel.

El final repentino del asalto precipitó los planes de los delincuentes. De la casa solamente se robaron un celular, pero dejaron ahí una computadora y otros elementos que les podrían haber interesado.

“Se fueron por la puerta de entrada. Abrieron con la llave que estaba puesta y se escaparon”, reconstruyó el ex esposo, a partir de lo que pudo saber de palabra de los pesquisas.

En medio de esta terrible situación, que el domingo por la noche ya había motivado una pueblada en la puerta de la seccional 14ª, ayer por la mañana hubo otra movilización espontánea. Fue de los compañeros que Marcela tenía en el hospital de Romero y que decidieron salir a la calle en reclamo de justicia.

Lo hicieron desde 520 y 175 al monumento de la Virgen, que está sobre la calle 169.

Se supo que una ambulancia escoltó a los manifestantes, muchos de ellos con ambo blanco o de color, según el servicio al que pertenecen, mientras la sirena no dejaba un instante de sonar.

Hubo una ronda frente a la imagen religiosa y un cerrado aplauso en memoria de la mujer.

En la causa, caratulada “homicidio”, interviene la fiscal penal en turno de La Plata, Ana María Medina, con conocimiento del juzgado de garantías Nº 5 de Marcela Garmendia.

En tanto, de los rastrillajes policiales participan detectives del Gabinete Homicidios de la DDI local, Jefatura Departamental La Plata y Distrito Oeste.

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