Aguardan la declaración de la mujer secuestrada y violada

La sospecha es grande. Al margen de todos los elementos de prueba que llevaron a que el fiscal Marcelo Martini pidiera la detención de Néstor Monzón, el fisicoculturista de 50 años que fue detenido hace una semana acusado de drogar, secuestrar durante seis días y violar a una mujer en su departamento del barrio Norte platense, los investigadores creen que no habría actuado solo.

El aporte testimonial de los hermanos de la víctima, que al menos le apuntaron a un tal Gurí, después de cruzar algunas palabras con ella, es por ahora el principal sostén de esa hipótesis.

También, por esos comentarios, apareció en escena una misteriosa señora rubia, de la que no se conocen otros datos.

Por eso se aguarda con gran expectativa la declaración de K.L.C. (45), la protagonista de esta espeluznante historia, quien debió permanecer varios días internada en el Policlínico San Martín por las gravísimas lesiones padecidas durante ese infierno.

Un vocero calificado le dijo a EL DIA que en las próximas horas K.L.C. será llevada por su abogado, Rolando Sberna, al despacho del fiscal Martini y será de esa presentación que podrían surgir eventuales diligencias.

Ayer un pesquisa le confió a este diario que “ya tenemos una certeza de quien podría ser Gurí y los lugares que frecuenta. Aunque en la causa no hay ningún requerimiento en su contra. Habrá que ver qué define el fiscal”.

Los hermanos de la mujer abusada estuvieron en el programa de televisión Cámara del Crimen, donde contaron el estado en el que la encontraron y reclamaron que se haga justicia.

“Está con tratamiento, es muy larga la recuperación. Unos cinco años dicen los médicos. Además, la tienen que volver a operar para hacerle reconstrucciones en la zona genital”, fue el conmovedor testimonio de Javier.

El hombre dio detalles del calvario que pasó su hermana: “No le daban agua ni de comer, solo alcohol y pastillas”. Pero además, era obligada a ingerir esos productos y no tenía la opción de negarse. “(El acusado) Le abría la boca para obligarla a tomar y si escupía lo que le daba, le pegaba”, contó.

Según Javier, “la obligaron a hablar dos veces con sus hijos -tiene 5- para decirles que estaba bien y que la esperaran. Pero cuando mis sobrinos se quedaron sin comida y sin crédito en el celular llamaron a la abuela y a mí. Entonces empezamos la búsqueda”.

Después se contactaron con Monzón, pero éste intentó engañarlos. “Primero dijo que se había ido a vivir a una pensión con un hombre” y “después que estaba en la zona de 13 y 32”.

El 3 de noviembre los familiares decidieron radicar la denuncia en la comisaría de Gonnet y se lo comunicaron al acusado.

Ella recordó después que ese día Monzón la echó de la casa diciéndole “vestite rápido que viene mi vieja” y “me sigue la Policía”, antes de “pegarle una patada y sacarla a los empujones”, confirmó un investigador. En el departamento del imputado quedaron los borceguíes de la víctima.

K.L.C llegó a un kiosco, donde le pidió agua a una mujer y pudo llamar a sus familiares.

Ahora la víctima deberá contar todo ante el fiscal, que ya analiza pedirle a Monzón la preventiva.