Taxista asesinado: el titular de la Policía Federal salió a defender el procedimiento
| 21 de Noviembre de 2016 | 01:17

El jefe de la Policía Federal, Nestor Roncaglia, dijo ayer que los efectivos que intervinieron en la investigación del secuestro del taxista Alberto Sarubbi, asesinado el jueves pasado en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, actuaron ante una situación “inusual” y “extraña” en la que ocurrieron “circunstancias extraordinarias” que llevaron a la muerte de la víctima.
En tanto, los cuatro sospechosos apresados el sábado en el marco de esta causa declaraban ayer ante la Justicia.
“Desde la institución, lamento el resultado, y lamento la muerte de este hombre como ser humano. El personal de antisecuestros nunca quiso este resultado”, dijo ayer en declaraciones a una radio el comisario general Roncaglia, quien remarcó que “el objetivo era rescatar con vida” al taxista cautivo.
Sobre el hecho, el jefe policial recordó que la fuerza “tomó conocimiento por medio de un llamado telefónico”, que luego “se contactó con los dos hijos del taxista, que ya venían negociando el pago del rescate” y que cuando los captores les dijeron “que vayan a provincia se le dio intervención a antisecuestros y se le informó al fiscal (Carlos) Stornelli”.
Roncaglia señaló que el fiscal siguió el procedimiento vía telefónica y desde los Tribunales de Comodoro Py y que dispuso que los policías “acompañen” a los hijos de la víctima a pagar el rescate, pero que el “protocolo era evitar el corte del pago salvo circunstancias extraordinarias”.
“El que decide es el personal policial que está en el lugar mirando la situación de crisis. Si el fiscal hubiera estado en el lugar lo hubiese hecho el fiscal”, sostuvo el comisario general.
De acuerdo a Roncaglia, los efectivos que acompañaron el pago del rescate “tenían contacto visual” con los hijos de Sarubbi (63) pero “no tenían contacto telefónico” con ellos, y cuando se detuvieron en avenida Crovara, en Villa Madero, observaron a “un chico corriendo, que se les mete en el auto por la ventanilla y empieza a despojarlos de sus cosas”, por lo que en ese momento “el jefe (del operativo) cree ver un forcejeo”.
Ante esa situación se produjo la “intervención” de los efectivos porque, según Roncaglia, la maniobra de “ese arrebato” era “sumamente inusual” para un caso de secuestro.
Para Roncaglia, “los investigadores no son delincuentes” y “fueron a hacer las cosas bien”, por lo que consideró que el juez federal Daniel Rafecas “resolvió con criterio la situación”.
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