Deberá darse cuenta de que aún golpeado sigue siendo candidato
| 13 de Diciembre de 2016 | 01:32

Por
Martin Mendinueta
OPINIoN
C uando Estudiantes mandaba cómodo, siendo único puntero e invicto, eran muchos los que afirmaban que “recién empieza la película, falta mucho, esto es más largo que esperanza de pobre. Hay que ser cautos, viene bien pero todavía no es candidato a nada...” Ellos son los mismos que ahora, después de algunos golpes duros recibidos por el Pincha, ya sin invicto y sin el traje de líder, vaticinan con autoridad de especialistas: “Listo, terminado. Se acabó todo, Boca te come. Este equipo no se recupera más. Le falta categoría, se quedó sin buena suerte y no tiene uñas de guitarrero...”
El fútbol es tan lindo que permite todo; incluso los análisis tremendistas. El equipo dirigido por Nelson Vivas decayó en su nivel de eficacia (resulta obvio), pero mantiene rasgos positivos que de ninguna manera lo inhabilitan para seguir participando en la carrera por el título.
Hoy ya no es el que mejor juega. El gran momento de Boca le arrebató esa etiqueta de vencimiento impredecible. Con Tévez encendido y Gago recuperado, los muchachos xeneizes parecen imbatibles. Momento. Usted sabe como yo que no lo son. Ahora están en racha, andan derechitos, pero quién es capaz de asegurar que no le puede ocurrir algún percance. Absolutamente nadie.
ATRaS TIENE PROBLEMAS
Terminado el año competitivo para el “Chavo” Desábato y para González Pirez (un suplente con nivel de titular), y con Schunke averiado (en duda para el sábado), es hora de reformular la dupla de zagueros. Necesita recuperar solidez. A Julián Marchioni se lo nota más cómodo y se lo advierte más eficaz en la zona media. Allí, su manejo y buena pegada le otorgan posibilidades de serle útil al equipo. Puede estar en la última línea, pero no tiene tanto oficio para anular a quienes saben manejarse adentro del área. La polifuncionalidad le está jugando un poco en contra. Como mediocampista ha mostrado buen pase, razonable capacidad de quite y un excelente manejo del disparo desde la media y larga distancia. Atrás se necesitan mañas y picardía para el roce físico. Marchioni es volante, que pueda brindar ayuda atrás es otra historia.
Sobre la banda izquierda, el DT tendrá que definir su gusto. Ni Aguirregaray ni Diarte se han consolidado en el puesto y quizás parte de la explicación haya que buscarla en que ninguno se ha sentido “dueño” de esa posición. Vivas debiera elegir a uno de los dos y mantenerlo dándole regularidad. En esta discusión no ingresa el uruguayo Diogo por la sencilla razón de que todavía no ha debutado con la camiseta albirroja. ¿Para qué lo trajeron? ¿Quién lo eligió como refuerzo? ¿Acaso no advirtió que estaba totalmente fuera de forma atlética? Hasta el momento, la contratación del ex-defensor de Peñarol representa sin eufemismos plata tirada a la basura.
Otro tema es el nivel de Andújar. El arquero es uno de los puntos individuales más altos del equipo y no regresó de la mejor manera. Si bien no ha cometido errores groseros, en San Juan podría haber tenido intervenciones más felices en cada uno de los tres goles que le marcaron. Estudiantes no perdió por su culpa, ni muchos menos; que nadie entienda mal, aunque está claro que el guardián del arco tampoco transita por su más destacado estadío de rendimiento.
ExtRAÑo A DAMONTE
En el medio, pese a las presencias de Ascacibar y Braña, el equipo extrañó la “furia” de Israel Damonte. El “villano” de cabello platinado le da una intensidad en el corazón de la cancha propia de su impronta enérgica, barullera y esencial. Si a esto le sumamos que Lucas Rodríguez y Juan Cavallaro no estuvieron precisos en la puntada final de cada intervención, se explica mejor el terreno propicio que encontró San Martín para llegar poco y lastimar mucho.
Rearmar la defensa será clave para el examen de despedida de año. Lo mejor que se trajo de Cuyo fueron los goles de Viatri (además bajó un montón de pelotas con gran limpieza) y las proyecciones punzantes de Facundo Sánchez.
La base de Estudiantes está sana. No hay que dramatizar. Perdió la punta, pero de ningún modo la posibilidad de seguir luchando por el primer puesto. Cuando era líder, faltaban un montón de fechas; ahora que está segundo, un punto abajo de Boca, también resta mucho por jugar.
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