Rosario Central ya se acostumbró a llegar a la final

“No quiero el reconocimiento, quiero ganar la Copa”, se sinceró Eduardo Chacho Coudet, director técnico de Rosario Central que alcanzó por tercer año consecutivo la final de la Copa Argentina, luego del partido por la semifinal con Belgrano, en el Estadio Antonio Romero de la ciudad de Formosa.

Claro que hay un par de equipos en este proceso, que comenzó con aquel formado por Miguel Angel Russo en 2012 para ganar el ascenso al año siguiente y que luego alcanzó la primera final de la Copa Argentina en la edición de 2014.

Increíble pero real, aquel día de la final en San Juan, después de empatar sin goles con Huracán, Central quedó dos goles arriba en la definición por penales y con un remate en los pies de Paulo “Loncho” Ferrari, quien si convertía alcanzaba el título local que el club espera desde hace ahora 29 años.

Sin embargo, el arquero Marcos Díaz atajó el penal, la serie se complicó y finalmente Huracán se consagró campeón de la Copa Argentina.

Quizá aquel Central haya pagado un precio demasiado caro a su falta de osadía para ganar el partido en los 90 minutos.

La final de 2015 es una historia mucho más recordada por el paupérrimo arbitraje de Diego Ceballos y el primer asistente Marcelo Aumente.

Ceballos cobró un inexistente penal de Ferrari a Gino Peruzzi, el lateral derecho de Boca, fuera del área, y Aumente le anuló un gol de cabeza de Marco Ruben por una posición adelantada de Marcelo Larrondo, pero luego convalidó un tanto en una posición adelantada de Andrés Chávez.

“Desde que llegamos le hemos devuelto a Central un equipo acorde con su historia, hicimos un clic. En el primer torneo lo peleamos, después llegamos a la final de Copa Argentina del año pasado y también peleamos la Libertadores. Y ahora, en este segundo semestre, el objetivo es la Copa Argentina”, explica Coudet, quien está a punto de cumplir dos años en su primer desafío como técnico, justamente en el equipo del que se enamoró desde que se hizo hincha, cuando llegó al club en 1995, proveniente de Platense.

Ahora Central apuesta, más que nunca, todos sus jugadores a la gran final de la Copa Argentina para la que Coudet parece haber recuperado a uno de sus “anchos”, Teo Gutiérrez, que el miércoles fue la figura de un partido caliente.

Teo tuvo una exquisita definición en el empate contra Boca, en la Bombonera, antes de la polémica por la expulsión tras su provocador festejo frente a la hinchada local.

Aquel día, Coudet salió a protegerlo al señalar que “les pido a los hinchas de Central que no le caigan a Teo porque es un jugador de una gran jerarquía. Yo me quedo con la definición. Es un jugador de una enorme jerarquía que puede meternos en la final y hacernos ganarla”, dijo el Chacho, como si se tratara de una premonición.

Teo se encendió el miércoles en una mágica aparición por la derecha, en la que la alcanzó por la línea de fondo y se le dio en la cabeza a Marco Ruben, para el primer gol, y luego hizo la pausa justa y la metió con maestría para el demoledor pique del chaqueño Walter Montoya, quien definió con maestría en el segundo.

Ahora Central espera la gran final, que se disputará el 14 de diciembre en Córdoba. El equipo del Chacho y los hinchas del Canalla esperan que “la tercera sea la vencida”.

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