Amantes perdidos en el espacio
| 29 de Diciembre de 2016 | 02:26

Reír juntos y escuchar al otro: podrían ser la receta para un matrimonio feliz, pero es lo que Jennifer Lawrence y Chris Pratt definieron para explicar como dos de las estrellas de cine más rutilantes de Hollywood hicieron para convivieran su primer filme juntos, “Pasajeros”, que llega a los cines platenses este lunes, a modo de preestreno.
En la película dirigida por Morten Tyldum (“El código enigma”) Lawrence y Pratt viven un flechazo galáctico confinados durante el resto de sus vidas en una nave espacial que los trasladaba a otro planeta en busca de una vida mejor.
El problema es que en la película el viaje dura 120 años y sus cápsulas de hibernación en que se encuentran les despiertan antes de tiempo... 90 años antes de tiempo. Así, mientras tratan de resolver el misterio detrás del fallo de la nave, surge el amor.
“La risa funciona mucho, reírse juntos es lo mejor”, afirmó Lawrence, ganadora de un Oscar por “El lado luminoso de la vida” y que cuenta entre sus próximos proyectos con un filme sobre una espía y ex amante de Fidel Castro y otro sobre Zelda Fitzgerald, la torturada pareja de del novelista Francis Scott Fitzgerald. “Reír, no tomarte las cosas muy en serio y escuchar al otro”, agregó Pratt, durante la rueda de prensa en la que ambos evitaron preguntas políticas, a pesar de que una lectura política del filme puede llevar a trazar un paralelismo entre sus personajes, los inmigrantes de hoy y las medidas anunciadas al respecto por Donald Trump.
El problema es que en la película el viaje dura 120 años y sus cápsulas de hibernación en que se encuentran los despiertan antes de tiempo... 90 años antes de tiempo
“No hay ningún mensaje político”, lanzó ella, directamente, aunque él fue más templado al respecto: “Lo bueno del cine es que en estos tiempos de división, ver una película es algo que une, no separa. Queremos que al menos mientras esté en el cine la gente permanezca unida. Y con el móvil apagado”.
LOS PERSONAJES
Sobre lo que sí han aceptado hablar es sobre sus semejanzas con los personajes. Lawrence da vida a Aurora, una ambiciosa escritora de clase acomodada dispuesta a dejarlo todo atrás para escribir su gran novela y que se enfrenta a la gran lección de su vida: olvidar los planes y vivir el momento.
“Yo no vivo en el momento, para nada”, ha admitido la actriz, “por eso me gustaba Aurora, me identifico en eso con ella. Estar atrapada es lo mejor que le podía haber pasado, sino seguiría intentando buscar una satisfacción que nunca llega”.
En cuanto a Pratt, que interpreta a Jim, un ingeniero mecánico de clase obrera, dice tener en común con su personaje “el deseo de ser pionero, salir ahí fuera a explorar nuevas fronteras, y también la afición de reparar cosas en este mundo obsolescente en el que todo se reemplaza tan fácilmente”.
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