Los “chicos malos” del rock
| 1 de Febrero de 2016 | 02:25
POR
Nicolás Isasi
The Rolling Stones, una de las bandas más reconocidas del rock and roll con 54 años de trayectoria, fue fundada en abril de 1962 por Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Bill Wyman, Ian Stewart y Charlie Watts en Londres. Su nombre se lo debe al difunto Jones, el rockstar original, que bautizó a la agrupación después de escuchar la canción “Rollin’ Stone” del músico estadounidense Muddy Waters.
El 16 de abril de 1964, lanzaron su primer disco homónimo, sin imaginar que harían otros 24. Ya entonces eran los chicos malos del rock. Sus letras eran incómodas y crudas, apelaban a numerosas metáforas sexuales, y estaban dispuestos a cantar sobre temas considerados tabú como las drogas, el sexo o la violencia sin pudor. La canción “(I Can’t Get No) Satisfaction” se convirtió en el caballito de batalla desde 1965. Capturó el espíritu rebelde de la época describiendo a un hombre frustrado buscando la felicidad dentro de una cultura de consumo. La letra demuestra como los comerciales y la publicidad ofrecen una visión falsa de la felicidad. El riff de apertura fue bautizado por Newsweek como las cinco notas que sacudieron al mundo. Jagger, por su parte dijo que el espíritu de la época era la alienación y en el estribillo afirma “no puedo obtener ninguna satisfacción” puesto que el consumismo no conduce a la felicidad.
Entre los años 1960 y 1970, The Rolling Stones demostró ser la banda más provocadora e influyente en la contracultura americana. De hecho el ícono de la banda era una provocación en sí mismo: una exuberante lengua de color rojo intenso que emerge de una boca con labios carnosos. La creación fue realizada a pedido de Jagger, por el artista John Pasche quien por aquel entonces estudiaba diseño gráfico en el Royal College of Art.
En 1969, Brian Jones fue despedido y en julio de ese año conmovió a la escena por su muerte, ahogado en la pileta de su casa en Sussex tras ingerir grandes cantidades de drogas y alcohol. Era solo el comienzo de una gran cantidad de músicos que dejaban este mundo antes de tiempo. Bill Wyman afirma en su libro “Stone Alone” que “si alguna vez un hombre vivió genuinamente la vida del rock and roll y caracterizó a los Rolling Stones en todos sus aspectos, mucho antes de que los cinco asumiéramos un estilo, ese fue Brian Jones”.
Después de la prematura muerte de Jones llegó Mick Taylor que participó en algunos discos hasta 1975, cuando finalmente aparece Ron Wood, un experimentado guitarrista británico, que sigue en la banda hasta la actualidad. Entre los grandes discos de la prolífica y eterna banda se destacan Aftermath (1966), Beggars Banquet (1968), Let It Bleed (1969), Sticky Fingers (1971) o Exile on Main St. (1972).
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