Efedrina: Lanatta volvió a acusar a Aníbal Fernández ante la jueza

También aseguró que lo ayudaron a fugarse del penal de Alvear

Martín Lanatta, uno de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ratificó en la cárcel a la jueza federal María Servini de Cubría las imputaciones contra el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo Aníbal Fernández por la presunta autoría intelectual de aquellos homicidios vinculados al presunto contrabando de efedrina.

De todos modos, aseguran que Lanatta en su tercera declaración no aportó nuevos elementos para que avance la causa y reiteró declaraciones anteriores.

Fuentes judiciales revelaron que Servini de Cubría, dos secretarios del juzgado y el fiscal Juan Pedro Zoni concurrieron el último miércoles a la cárcel de Ezeiza, a tomarle declaración “in situ” a Lanatta.

Allí, en una oficina del módulo 3 del penal, escucharon durante casi cuatro horas un “engorroso relato”, en el cual el presidiario declaró por la causa del triple crimen de General Rodríguez, expediente derivado al fuero federal desde la Justicia de Mercedes.

LA HUIDA CON SU HERMANO Y SCHILLACI

Durante su exposición Lanatta buscó hablar de la fuga que protagonizó junto a su hermano Cristian y su cómplice Víctor Schillaci entre diciembre y enero último, por Buenos Aires y Santa Fe, y aseguró que había recibido ayuda para escapar del penal de General Alvear, pero los funcionarios judiciales evitaron envolverse en esas argumentaciones porque la causa de la huida tramita en otro juzgado, el de Azul.

Igual Lanatta dio detalles a los funcionarios judiciales de la fuga que el 27 de diciembre protagonizó con su hermano Cristian (44) y Víctor Schillachi (35) y la vinculó al accionar del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Dijo que se facilitó la evasión, mencionó a un jefe de ese servicio y aseguró que les dieron los medios para realizarla como parte de “una interna” en esa fuerza.

Los tres y Marcelo Schillaci (36), hermano del anterior, cumplen prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, cometido en agosto de 2008, y por el que aún permanece prófugo el empresario farmacéutico Ibar Pérez Corradi (38).

Durante toda la causa Lanatta trató de dejar a salvo de las acusaciones a Pérez Corradi y, según confiaron las fuentes consultadas, el miércoles ante la jueza Servini de Cubría hizo lo mismo.

Como testigo, pero sin declarar bajo juramento -por la condena a prisión perpetua que pesa sobre él por esa masacre-, Lanatta sin embargo insistió en los dichos que había prestado en la causa por el tráfico de la efedrina contra Fernández, en medio de la campaña política del entonces precandidato a gobernador bonaerense por el Justicialismo. Lo vinculó con el tráfico de efedrina, especialmente a México, en términos similares a una declaración anterior y a la entrevista periodística que había concedido desde la cárcel al periodista Jorge Lanata.

PEDIDO DE BENEFICIOS

Lanatta aprovechó también para pedir beneficios: mejoras en las condiciones de aislamiento impuestas por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) una vez que fue recapturado y la posibilidad de estar arrestado junto a sus cómplices de sentencia y fuga.

Las autoridades judiciales subrayaron que las razones de su aislamiento estaban justificadas y, en todo caso, debía hablarlas con el magistrado que controla el cumplimiento de su condena a perpetua, ratificada por la Corte Suprema, dijeron fuentes judiciales.

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