La falta de un ministro fuerte, eje de una interna
| 18 de Marzo de 2016 | 02:18

“Falta un ministro de Economía”. Cada vez son más quienes, dentro de Cambiemos, coinciden en esta afirmación.
Ernesto Sanz lo dijo hace pocos días con todas las letras y en declaraciones públicas. Pero no es el único. Varios dirigentes y economistas radicales comparten esa visión, que también tienen algunos integrantes del gabinete nacional.
¿Prat Gay no es el ministro de Economía? Está claro que no. Formalmente, ocupa la cartera de Hacienda y Finanzas. Pero además, es sabido que el Presidente ha diversificado el manejo de la economía con la incorporación de otros expertos en áreas clave. Rogelio Frigerio (a cargo de la relación con las provincias) también tiene injerencia en resortes clave de la economía. Hay “hombres fuertes” del Gobierno, como Gustavo Lopetegui, una especie de “managar económico”, que si bien no tienen exposición pública, ocupan un rol determinante en el manejo de las cuestiones económicas.
Se sabe que Federico Sturzenegger (presidente del Central) y Carlos Melconian (del Nación) son opiniones “de peso”.
Se sabe que en el nutrido elenco de economistas del Gobierno ya ha despuntado una interna: está el “ala dura” (de Sturzenegger y Melconian) y “los moderados” (encabezados por Prat Gay con apoyo del sector más político). Pero ahora empieza a acentuarse otro debate, que podría simplificarse así: “equipo” vs. “superministro”.
Algunos sectores políticos de Cambiemos se inclinarían por la opción del “ministro fuerte”. Y creen que ese rol se le debería dar a Prat Gay. En esa línea se inscribe el planteo público de Sanz y otros que se escuchan en “debates reservados” de la coalición gobernante.
El Presidente se resiste a esta fórmula. Cree que las experiencias de las últimas décadas han demostrado que los “superministros” terminan mal. Anota a Juan Sourroille, Domingo Cavallo y Roberto Lavagna.
Pero dentro de Cambiemos, hay políticos y economistas que advierten sobre los peligros de una “conducción (económica) colegiada”. “Eso es para Suiza o Dinamarca; no para la Argentina”, se le escuchó decir en estos días a un ex presidente del Banco Central que trabaja junto a la coalición oficialista y acerca opiniones “de peso” dentro de Cambiemos.
¿Prat Gay no es el ministro de Economía? Está claro que no
Hay un dato que también hace ruido: Prat Gay no es del PRO; no lo ven como “uno propio” y genera naturales recelos en algunas capas del entorno presidencial.
El debate no se reduce a una “cuestión de cartel”. Quienes alientan la idea de reconfigurar el rol del ministro de Economía, creen que eso sería fundamental en la etapa que viene. Consideran que una figura diluida al frente de la economía no termina de transmitir las certezas y señales de confianza que demanda la coyuntura.
“El futuro de la economía depende de la generación de confianza para que los ahorros de los argentinos vuelvan al país y se incorporen a un circuito de inversiones productivas. Para eso, una conducción económica firme y unificada, será fundamental”, opinan los sectores del oficialismo que sostienen esta tesis.
¿Este debate es un indicador de crujidos internos en la coalición oficialista? Por ahora, parecería que no. Son visiones distintas, pero que se expresan con naturalidad y de un modo constructivo. Podrían ser, sin embargo, el primer síntoma de discrepancias que podrían agudizarse en el futuro si la economía atraviesa por zonas de turbulencia.
Hay otra declaración de Sanz que provocó esta semana un fuerte impacto. “Hay empresarios que se merecen un Moreno”, dijo. Más allá de interpretaciones y malos entendidos, el concepto encierra una inquietud por la política antiinflacionaria del Gobierno. Y también sería “una punta” de otro debate que empieza a desplegarse hacia adentro del oficialismo.
Por ahora, sobre el filo de los cien primeros días, son matices y visiones distintas. Pero los analistas creen que hay que empezar a tomar nota.
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