Ataron y encerraron a la familia del Intendente en un asalto en su casa; detienen a un policía que alquila en el Grand Bell

Actuaron dos hombres. Se llevaron plata y joyas. El acusado vive a metros de Julio Garro

La de ayer era una mañana como cualquiera para el intendente Julio Garro (44) y su familia, hasta que dos delincuentes quebraron esa rutina irrumpiendo con armas, precintos y amenazas en su casa, ubicada en el corazón del barrio privado Grand Bell. De día, sin preocuparse por la seguridad privada o las cámaras y, sabiendo en la casa de quién se metían, ataron a las víctimas con precintos para revolver a sus anchas la vivienda. Se llevaron todo lo que pudieron. Dejaron el miedo y numerosos interrogantes: ¿fue sólo un asalto? ¿O tiene relación con otra cosa y fue un “mensaje mafioso”? Entre las múltiples conjeturas, llegó a analizarse una eventual vinculación con los episodios ocurridos esta semana en el Mercado Regional, donde balearon dos autos en el marco de una pelea interna vinculada al manejo de ese ente municipal.

Lo cierto es que, pocas horas después del asalto, la Justicia ordenó allanar una vivienda situada a pocos metros de la del jefe comunal, alquilada por un policía que -según las sospechas- habría albergado y sacado del barrio a los delincuentes, escondidos en su propia camioneta de alta gama, según fuentes oficiales.

El episodio comenzó entre las 10.30 y las 11 de la mañana de ayer en el Grand Bell, en 467 y 144, donde Julio Garro vive con su familia desde hace años. A esa hora el jefe comunal ya trabajaba en su despacho de la Municipalidad.

En la casa (situada en Fresnos y Calandrias, a poco más de 300 metros de la entrada de 467, cerca de las canchas de tenis), estaban las cuatro hijas de Garro, su esposa, María Dolores Conde (40), la hermana de ella, Florencia (43) y una de sus hijas. La mayor de estas cinco menores tiene 15 años y la más chiquita, apenas 1. Junto con ellas estaba la empleada doméstica.

De repente se abrió una puerta que estaba sin llave e hicieron su aparición dos hombres de unos 50 años, con las caras al descubierto y las manos enfundadas en guantes de látex. Ambos tenían armas; uno, en la cintura. Llevaban también precintos de plástico, aunque las víctimas recién lo supieron cuando los delincuentes los usaron para atarlas y mantenerlas reducidas en una habitación.

“A las nenas también las maniataron”, confirmó un jefe policial, no sin aclarar que fueron ligaduras suaves, “para que pudieran soltarse solas”. No las golpearon.

PLATA, JOYAS Y TABLETS

Mientras tanto, los atacantes se dedicaron a revisar distintas partes de la casa, de donde se llevaron -según la información oficial- unos 25 mil pesos, tres tablets de las hijas de Garro, joyas de su esposa y cadenitas de oro de las nenas. Después de unos cuantos minutos los sujetos escaparon con esos elementos escondidos en un bolso y un maletín con documentación, informaron fuentes policiales.

En ese momento, un jardinero que trabajaba a unos pocos metros los vio salir de la casa de Garro y subirse a una camioneta Mercedes Benz negra conducida por un tercer hombre. Así se fueron del country.

Ya sin los precintos, las víctimas salieron a pedir ayuda a la guardia privada del Grand Bell (a cargo de la empresa Securitas) que se encargó de llamar al 911. El intendente volvió a su casa para contener a su familia, en shock.

Un rato después trabajaba en la escena personal de la comisaría Decimocuarta, la Coordinación La Plata, CDI, y el Distrito Oeste, además de peritos de Científica y la fiscal Virginia Bravo. Una de las primeras medidas que ordenó la instructora fue revisar las cámaras de seguridad más cercanas y las del puesto de control del barrio, una de las cuales registró a los ladrones “saliendo de la casa de un vecino que, además, tiene una camioneta Mercedes Benz negra como la que vio el jardinero”, detalló un investigador.

La pesquisa apuntó entonces en esa dirección, detectando, por los libros del control de acceso, que el vehículo del vecino había ingresado al country a las 4 de la mañana de ayer, de donde no volvió a salir hasta cerca del mediodía.

Este hombre regresó con la Mercedes Benz cuando el predio hervía de policías y la estacionó frente a su chalet, situado casa por medio de la de Garro. Bajó y entró a la suya, quizá sin imaginar que un rato más tarde la allanarían sus colegas. Es que el hombre, de 32 años y oficialmente identificado como Patricio Miguel Másana, es un subteniente de la Policía Bonaerense que hasta ayer prestaba servicios en la comisaría Primera de nuestra ciudad. En su casa -por la que pagaba unos 40 mil pesos de alquiler mensual- encontraron armas y droga, según el reporte de la fuerza (ver página 18).

Se sospecha que los ladrones ingresaron con él escondidos en la camioneta, que pasaron la noche en su domicilio y que de ahí salieron para asaltar la casa del Intendente. Así de increíble.

El policía fue exonerado ayer mismo de la fuerza. Y ahora será investigado además por su patrimonio. Llamó la atención que un suboficial (un rango bajo) de 32 años pudiera alquilar una casa de 40 mil pesos mensuales en uno de los countries más caros de la Región (ver pág. 19).

El Grand Bell, donde ya hubo otros episodios de inseguridad (ver aparte), está separado en 350 lotes de entre 1.031 y 1.800 metros y posee un club house de 1.600 metros cubiertos.

Además, cuenta con 44 hectáreas para actividades comunes, cancha de golf con 9 hoyos diseñada por Roberto de Vicenzo, bosques, arroyos y lagos.

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