Storani: “No me mueve el odio, ni la venganza; quiero justicia”
| 6 de Abril de 2016 | 01:20

El ex ministro del Interior y diputado nacional por el radicalismo Federico Storani aseguró que no tiene “un ánimo de venganza ni odio” luego del accidente ocurrido en el Río Luján en el que perdió la vida Manuel, su hijo menor de 14 años, y relató que, entre otros, recibió la solidaridad del presidente Mauricio Macri.
“El dolor es inenarrable, es como un vacío que se siente. Es un dolor muy intenso, poblado de recuerdos que hacen a la vida en común”, dijo Storani.
A modo de reflexión sobre lo ocurrido, el dirigente radical comentó que “lo primero que uno lamenta es no haber tenido más momentos buenos, aunque fueron muchos y buenos. Se reprocha a uno mismo muchas cosas, ¿por qué no tuve más tiempo?”.
“no tuvo chances”
En relación al choque de lanchas ocurrido el jueves último, en el que perdió la vida Manuel, dijo que el joven “no tuvo chances dado la violencia del impacto”.
“Cuando me avisaron iba con la expectativa, sabiendo que él era un excelente nadador, pero luego me convencí, por la mecánica del choque, de que sería un milagro encontrarlo con vida”, señaló.
“La violencia del choque -agregó- fue muy grande y Manuel cayó al agua sin posibilidades de defenderse, inconsciente. No tuvo oportunidad”.
Storani tuvo palabras de reconocimiento hacia la labor de búsqueda llevada adelante por personal de la Prefectura y dijo que el fiscal que entiende en el caso “es muy diligente y se está ocupando”.
“No hay duda de que la lancha embistente venía a una velocidad alocada”, apuntó el ex legislador, quien aseguró que una lancha con un motor de 135 caballos de fuerza “puede desarrollar una velocidad impresionante.”
Storani afirmó que la Argentina “vive una epidemia los accidentes de tránsito con muertes y se ha transformado en el segundo país de Latinoamérica en cantidad de siniestros, después de México”.
“La mayoría de los casos son por conductas inapropiadas, desaprensivas e imprudentes, por lo tanto es un tema cultural y educativo”, apuntó.
“No me mueve un ánimo de venganza, yo quiero justicia, porque lo otro sería resignarse a vivir en la ley de la selva”, señaló.
Más allá de todo, el ex ministro aclaró que prefiere “ser prudente en la investigación en curso”.
La tragedia ocurrió el jueves por la noche. María de los Angeles Bruzzone, su pareja y su hijo Manuel, junto a un grupo de amigos, habían ido a cenar a un restorán ubicado sobre el arroyo Pajarito, en el Delta. Luego volvieron a la lancha en la que habían llegado y Lucas Sorrentini navegó rumbo a la guardería donde suelen dejar su embarcación. Iban por el río Luján y llegando al cruce con el canal Circunvalación, divisaron una lancha que se acercaba a gran velocidad, con tres hombres a bordo. A ésta, la Shark II, la manejaba Pablo Torres Lacal.
Sorrentini hizo una maniobra brusca hacia la derecha pero no pudo evitar el choque: su embarcación quedó partida al media y se hundió. Ninguno llevaba puesto el chaleco salvavidas.
Hubo tres muertos: Francisco Goti, que iba en la Shark II, Bruzzone y su hijo. Manuel estuvo desaparecido durante tres días, hasta que el domingo encontraron su cuerpo.
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