El titular de Diputados anuló el proceso de destitución de Dilma

Adujo “vicios” en la votación de abril por el impeachment. Pero el jefe del Senado rechazó la medida

El Senado de Brasil seguirá adelante con el proceso de juicio político (impeachment) a la mandataria Dilma Rousseff, pese a que el titular interino de la Cámara de Diputados había anulado antes inesperadamente una votación clave del proceso. La decisión de ayer del titular del Senado, Renan Calheiros, de avanzar en el proceso de impugnación, pone a la Cámara alta en conflicto con el líder de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, quien anunció la anulación de una votación de abril para avanzar con el impeachment. El impasse abre la posibilidad de que el Supremo Tribunal Federal (la corte más alta del país) intervenga para desenredar el entuerto constitucional. El tribunal, que había sido renuente a intervenir de manera decidida en el proceso, rechazó algunos pedidos para que revocara la anulación decidida por Maranhao.

A horas de que el Senado decida si se debe enjuiciar a Rousseff, Maranhao dijo que la votación del 17 de abril de la Cámara baja que aprobó los cargos para el juicio tuvo fallas de procedimientos, por lo que debe repetirse. El sufragio debería realizarse dentro de no más de cinco sesiones de la Cámara tras el regreso del caso, destacó.

Su decisión hizo caer a los mercados brasileños, que vieron en el anuncio una probabilidad menor de que acceda al poder un gobierno más amigable con los negocios y dejó el proceso de juicio político inmerso en la confusión. Pero luego las plazas de negocios recortaron pérdidas. Los inversores creen que la medida solamente retrasará la salida de Rousseff de la presidencia, pero no lo impedirá. El senador Aécio Neves, un líder opositor que perdió la elección presidencial de 2014 ante Rousseff, pidió que el Senado siga adelante con el plan de votar el juicio político esta semana. Sin embargo, los episodios de ayer ahondaron más la crisis política que ha dejado al país en su peor recesión en décadas.

Se estima que la decisión de Maranhao no detendrá el proceso contra Rousseff, acusada de “maquillar” las cuentas públicas en 2014 y 2015. “Solamente retrasará las cosas”, señalan los expertos y apuntan la probabilidad de que la Corte Suprema deje esto sin efecto. Maranhao rompió filas con su Partido Progresista (centroderecha) y votó contra el juicio político a Rousseff el mes pasado en la Cámara baja. El político accedió al cargo de forma provisional la semana pasada, cuando su antecesor Eduardo Cunha -quien inició el proceso de impeachment- fue destituido por la Corte Suprema por cargos de corrupción. Tras la aprobación de la Cámara baja, el proceso pasó al Senado, donde una comisión recomendó el viernes juzgar a la presidenta por violar las leyes presupuestarias.

Hasta la decisión de ayer, se daba por hecho que el pleno del Senado aprobaría mañana el juicio político a Rousseff, que quedaría suspendida de forma automática mientras dure el proceso por un plazo de hasta seis meses. Durante este período, el vicepresidente Michel Temer asumiría como mandatario interino, puesto en el que permanecería hasta las elecciones de 2018 si Rousseff es hallada culpable y destituida de forma permanente.

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