City Bell, lleno de viejas y nuevas necesidades

Por JUAN C. SABATO (*)

Recuerdo hace más de 60 años, cuando partíamos con nuestros padres desde La Plata a City Bell. Nuestra abuela materna había comprado por recomendaciones médicas algo más de una hectárea en un lugar “alto” de City Bell. El encuentro era familiar, con nuestros queridos primos, primos de primos, amigos ¡¡¡ qué más pedir!!!. Momentos irrepetibles e imborrables. Piscina, guitarreadas, malones. Todo era una sana felicidad

Pero el festival no solo eran esos encuentros, el viaje mismo lo era. Recuerdo muy claramente que el Camino General Belgrano ( no existía el Centenario ) tenía un techo y que ese techo era una bóveda verde de muy añejos árboles. Era muy raro levantar la vista y ver el cielo, la luz tamizaba ese túnel fresco y con un aroma que aún no olvido.

Digo ahora que aquel progreso planificado, con estrategias estéticas, que respetaba el patrimonio forestal, el perfil nacido casi espontáneamente, diferenciaba, mediante un gradualismo, desde lo urbano a lo rural.

Desde entonces no hubo, ni lo hay, un plan estratégico razonado en colaboración con los muy buenos profesionales locales, en todas las disciplinas. Es imposible urbanizar una trama espacial desde un cómodo sillón municipal sin conocer la región y en especial sin pedir la colaboración de los “dueños” de esos espacios : los citybelenses

No sólo las tradicionales casonas de origen inglés debían ser patrimonios intocables: tendrían que haber sido igualmente los centenarios árboles que definían el perfil paisajístico del pueblo.

Sin saber para qué sirven los árboles, en forma casi criminal los borraron en minutos. Sin ninguna responsabilidad. Esos árboles fueron pantallas naturales entre el pavimento y las viviendas y en forma muy especial, casi única, se ensañaron con el verde que desapareció sin piedad alguna borrando literalmente algo que fue el principio de nuestra identidad: el verde, la naturaleza

Ese ensañamiento puede verse ejemplificado en el camino Belgrano, entre las antiguas calles que van desde 11 a 15. Derribados los altos árboles, aparecieron súbitamente el llamado progreso y los locales comerciales. Claro está, aquellas arboledas eran molestia para los fines comerciales, olvidándose totalmente, además, del peatón y de los estacionamientos que sin ninguna acción profesional, malamente se abrieron en esos espacios, librados a la acción destructiva de la naturaleza en el caso de las lluvias y a la falta total de un mínimo mantenimiento de sus principales dueños: los comerciantes

Desde la calle 11 hacia Buenos Aires, se instalaron negocios que ahuman, que ocupan las banquinas, sin rubor alguno por las ordenanzas que regulan esos asentamientos. Chispas y humo a centímetros de los peatones y los autos y, además, la falta de salubridad (cucarachas, roedores etc) es notoria y en algunos casos nauseabunda.

Este paisaje degradante se repite en todo el trayecto hasta la calle 15. Las zanjas, con aguas servidas en algunos casos, son el destino de muchas bicicletas y peatones que resbalan en las veredas de barro.

A estas imágenes deplorables hay que agregarle el bosque de columnas de madera, hierro y hormigón, que sostienen en las alturas una trama de cables en buen y mal estado. Se sabe que por ley Nacional de Obras Públicas esos cableados deben ser subterráneos cuidadosamente diseñados y ejecutados para una fácil reparación... Pero se calcularon más de 150 columnas implantadas en esas 4 cuadras.

Los vecinos creemos que es justo, en una democracia transparente, que nos detallen los impuestos y todo tipo de obligación monetaria con la que contribuimos al erario Municipal, y en forma muy especial cuál es el monto que nos corresponde por coparticipación que se vuelca en obras. Está claro que en el Belgrano la inversión institucional fue y es cero

Las ordenanzas municipales y leyes provinciales y nacionales son muy claras : las veredas en un ancho no inferior al 1,20 mts le corresponde al vecino, el resto hasta la línea de pavimento o cordón cuneta es obra institucional.

Si el Municipio no está en condiciones de proyectar estacionamientos y veredas parquizadas o secas les puedo asegurar que en City Bell sobran los arquitectos capaces para reemplazarlos. Sin duda alguna el Municipio puede recurrir a DNI City Bell que está desarrollando una etapa constructiva ejemplar, entre otras entidades similares

 

(*) Arquitecto

Buenos Aires
Camino General Belgrano
Centenario
City Bell
DNI City Bell
La Plata
Municipal
Municipio
Nacional
Obras Públicas

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE