Las calles con dueños
| 20 de Mayo de 2016 | 01:47

¿Habrá que resignarse? La Ciudad vive estresada por los piquetes de todo tipo. Ayer no fue la excepción. Pero hay un efecto de acumulación que hace que cada día de caos sea un poco más grave que el anterior.
Para taxistas, colectiveros, automovilistas que forzosamente deben transitar todos los días por zonas céntricas de La Plata, el problema ya es agobiante. No los afecta un día. Los afecta en forma casi permanente.
La Ciudad, como se sabe, ya tiene un problema estructural de tránsito. En horas pico, la circulación vehicular es lenta y dificultosa, aún sin ningún corte ni bloqueo -algo que, por cierto, es raro-. Si se impide transitar por varias calles, como volvió a ocurrir ayer, la congestión se hace muy densa y las consecuencias son tortuosas.
La gente lo paga con su tiempo y con su estrés. Pero además sufre algo más difícil de medir: la exclusión del espacio público. Las calles ya no son de todos ni de libre circulación. Es tan simple y tan grave como eso. El espacio público es del que se apropia de él con métodos violentos. El que lo ocupa con cubiertas incendiadas, con palos intimidatorios, con audacia o prepotencia. Ni siquiera es necesario reunir un número importante de personas. Alcanza con la decisión de apropiarse de la calle. Nadie lo impedirá.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE