Hace falta una visión más abarcativa y comprensiva de los derechos de las mujeres
| 2 de Junio de 2016 | 01:42

La persistencia de casos de violencia de género en nuestro país, en episodios en los que los agresores fueron mayoritariamente sus parejas, sigue dejando expuesta la realidad de un fenómeno social que, a pesar de ser rechazado por la inmensa mayoría de la población y de los evidentes avances culturales que se han registrado, constituye un desafío a la sociedad para que se encuentren fórmulas más eficaces para reducir al mínimo su vigencia.
Tales conceptos parecen ajustados al hecho de que numerosas organizaciones y actores sociales están convocando para mañana a una movilización que tendrá lugar frente al Congreso nacional y en distintas ciudades del país bajo la consigna de #Ni una menos. En La Plata la manifestación prevista se realizará en la plaza Moreno.
Como se recordará, el 3 de junio del año pasado, millones de personas se manifestaron en todo el país contra las violencia de género y los femicidios, en un hecho sin precedentes que luego se replicó en otros lugares del mundo, como España y México.
Cabe destacar que en 2015, un total de 286 mujeres fueron asesinadas en Argentina en hechos de violencia de género. Y en los últimos 8 años, hubo 2.094 casos, según el Observatorio de Femicidios de La Casa del Encuentro, en cifras que no dejan de marcar un progresivo crecimiento.
Correspondería insistir en la idea de que, tanto las autoridades como los especialistas y la sociedad misma, debieran analizar los motivos por los cuales una sociedad que, como la nuestra, ha expresado tantas veces un especial rechazo a la violencia de género -cubriendo plazas y calles en las muy concurridas manifestaciones que se hicieron bajo la consigna de #Ni una menos- no logra reducir la frecuencia con que se presenta este fenómeno.
Cabría también recordar que un estudio conocido en poco tiempo atrás había determinado que el 77 por ciento de las mujeres atendidas por violencia de género en hospitales bonaerenses habían sido agredidas por sus parejas, según datos oficiales. Otra evidencia que maneja la cartera sanitaria de la Provincia es que el 38 por ciento de las mujeres ingresaron al hospital por la guardia, presentando un alto compromiso de su estado de salud.
Asimismo, los sociólogos mencionan las dificultades que muchas mujeres tienen para denunciar los malos tratos, algo que explica que las estadísticas, por ese mismo motivo, sean parciales o incompletas. Pero también se conoce que los delitos sexuales, y puntualmente las violaciones, han crecido en forma alarmante.
Si bien es cierto que se han concretado importantes avances en algunos planos institucionales respecto a la violencia de género, con la creación, por caso, de dependencias específicas para el tratamiento de ese tema, persiste como prioritaria la necesidad de aunar esfuerzos, ya que se trata de una problemática que debe ser enfrentada desde distintos frentes. Y para ello, es fundamental la coordinación entre la Justicia, la Policía y las áreas de salud, acción social y educación de las distintas jurisdicciones.
Pero es imperioso, asimismo, que se fortalezca en la sociedad una visión cultural más abarcativa y comprensiva de los derechos de las mujeres. Cabe esperar, por consiguiente, una acción más decidida en la búsqueda de atenuar un drama que provoca secuelas irreparables.
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