Realidad virtual: la próxima frontera
| 20 de Junio de 2016 | 01:16

El cine estuvo cerca de la muerte a principio de siglo: internet y la gratuidad de la piratería amenazaban seriamente el futuro de una industria que precisa millones de espectadores para sostenerse, y las industrias entraron en pánico.
El cine, finalmente, terminaría sobreviviendo con creces a la crisis, incluso registrando en 2015 records de taquilla alrededor de todo el mundo (incluso en Argentina). Mucho tuvo que ver que la supuesta agonía del cine era más histeria de fin de siglo que realidad, pero también ayudó el cambio de modelo que propuso la industria: menos estrenos, más grandes y, sobre todo, más espectaculares.
Es que una explosión en una pantalla grande, con sonido envolvente, no se compara a una en un televisor. Y fue en persecución de maximizar ese tipo de experiencias únicas del cine que la industria revivió una tecnología que había hecho auge en los 80, para desaparecer por completo cuando se demostró menos que eficaz: el 3D.
La tecnología fue primero una excusa para atraer público, hasta que James Cameron demostró con “Avatar” que podía ser una herramienta estética: hoy, a seis años de aquella pequeña revolución de la tecnología, y con tres secuelas anunciadas de la taquillera cinta (la más vista de la historia), el 3D se encuentra establecido, una garantía que ofrecen todos los grandes estrenos de Hollywood para quien lo prefiera. Es tiempo, entonces, de que la industria comience a pensar en la próxima frontera: la próxima novedad para atraer más público a las salas.
SALTO EVOLUTIVO
Hasta aquí, la estrategia ha sido mejorar la tecnología en busca de una experiencia más inmersiva: al 3D se sumaron el 4D, mejorías de sonido y la digitalización de las salas y, ahora, el 4K. Pero el elogiado cineasta chino Jia Zhangke propone un salto cualitativo: “Creo que la realidad virtual es la próxima tendencia”, afirmó.
El director ha explorado la rápida transformación de China a lo largo de su carrera, que incluye películas clandestinas, documentales y ganadoras de festivales internacionales, como “Naturaleza muerta”, de 2006; y “Un toque de violencia”, de 2013. Pero ahora planifica un proyecto completamente distinto: dice que planea hacer una película con tecnología de realidad virtual el año próximo y que se tratará de una historia romántica. El cortometraje, afirma, va a ser un romance “porque toma tiempo a las personas sentirse cómodas” con la realidad virtual. “La velocidad y dirección de los movimientos pueden hacer que ciertas personas se sientan incómodas, así que comenzamos con una historia romántica”, afirma.
PROS Y CONTRAS
La mayor parte de las producciones de realidad virtual son videojuegos, pero los festivales de cine están comenzando a mostrar películas en RV a medida en que directores prueban el nuevo medio. Ofrece una experiencia mucho más solitaria que ver una película en una sala de cine.
La RV requiere unas gafas o un casco que bloquea varios sentidos al ambiente circundante y permite al usuario sentir que deambula a través de un mundo diferente, ya sea dando unos pocos pasos en varias direcciones o sentado en una silla giratoria y moviendo el cuerpo para ver una escena en 360 grados. El ambiente falso es a menudo muy realista, pero los cineastas siguen tratando de determinar cómo contar una historia en RV.
“Yo sigo aprendiendo sobre RV y trato de entenderla, pero estoy muy interesado en esa nueva tecnología que nos deja ver un espacio desde diferentes ángulos”, analiza Jia.
El medio da además al público más poder para decidir qué mirar. “Previamente, la audiencia solamente podía imaginar el mundo dentro y fuera del encuadre”, opina el cineasta, que agrega: “La RV libera a la audiencia y permite a la gente escoger independientemente lo que nos interesa. Las audiencias se vuelven más importantes”.
“Hoy podemos desviar nuestra atención del ‘close-up’ en una película tradicional”, añade el director de 46 años, que “pienso que es una nueva idea muy valiosa”.
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