Intolerancia y odio, un fenómeno que se multiplica en las redes
| 30 de Junio de 2016 | 02:25

“Veo que nadie se animó, pero yo no aguanto más esta situación y me atrevo, y les digo: ¡Muerte a los villeros!”. Así era el manifiesto que presentaba al grupo “¡Muerte a los villeros!”, uno de los tantos que aparecen y desaparecen en Facebook. No fue el único. Fue apenas uno de los tantos que, según se alerta desde distintos sectores, promueven cada vez más el odio, la violencia y el racismo en Internet. Lo que hace unos años era un esbozo o una inquietante insinuación, es ahora una realidad que multiplica ejemplos sobre una creciente ola discriminatoria a través de las redes sociales.
Según los últimos datos de la Plataforma Libre de Discriminación del INADI, sólo en esa entidad se reciben mil denuncias al año por ataques racistas y xenófobos en la web. Pero no es el único síntoma que alerta del problema: sólo en abril pasado se escribieron 35.227 tuits con la palabra “villero”. Eso equivale a 1.174 por día y a 49 por hora. Desde el 1° de enero hasta el 26 de abril, concretamente, fueron 8.638 los tuits que incluyeron la frase “negro villero”. Los datos corresponden al Observatorio Web (www.observatorioweb.org), una iniciativa conjunta entre el Congreso Judío Latinoamericano, AMIA y DAIA, para detectar discriminación en Internet y cyberbullying.
El predictivo de Google también es un indicio de los niveles de discriminación que hay en Internet. Por ejemplo, cuando se escribe “musulmanes” se completa con la palabra “terrorista”
“Entre las manifestaciones más frecuentes de contenidos discriminatorios en Internet -detalla Paula Carri, especialista de la Plataforma Libre de Discriminación del INADI- se destacan las enviadas a través de correos electrónicos, páginas o grupos en redes sociales, blogs creados a tal efecto, sitios de noticias online y comentarios en los mismos; en conversaciones de chat grupales e individuales, en fotos manipuladas o con textos específicos que desvirtúan el material original”.
No hace falta ser un especialista en delitos informáticos para descubrir el fenómeno. Una simple recorrida por algunos de los tantos grupos que tienen las redes sociales en nuestro país confirman el problema. Grupos como “Muerte a los villeros” -que aparecen y desaparecen a la velocidad del rayo- son incontables: “Odio a los gay” o “Yo también odio a los judíos” -grupos de Facebook que ya fueron dados de baja- son apenas ejemplos de una escalada discriminatoria y virtual que, acaso lo más preocupante, tiene a chicos que no llegan a los veinte como principales y tristes protagonistas. Y no sólo ese tipo de grupos ponen de manifiesto el problema. También lo hacen los miles de comentarios que día a día aparecen en los distintos foros web que tienen sus canales abiertos en el ciberespacio.
Según un estudio de la Universidad de Florida realizado sobre 1388 adolescentes, una tercera parte admitió haber sido víctima de hostigamientos por medio de Internet. No muy distinta es la realidad en nuestro país, donde un trabajo de Unicef difundido esta semana reveló que el 80% de los chicos argentinos sufrió algún maltrato en la web.
“De los materiales recibidos en la Plataforma -apunta Carri- cerca del 15% involucra a chicos, chicas y adolescentes. La discriminación y el ciberacoso es, lamentablemente, uno de los ataques más frecuentes en la red. En estos casos, hay factores a tener en cuenta y acciones a realizar. Los adultos responsables deben estar atentos a cambios bruscos en el comportamiento de esos chicos y chicas a su cargo en relación a Internet. La privacidad en la infancia nunca debe ser subestimada, pero sí es necesaria una mirada general a sus actitudes, para percibir posibles problemas”.
El clima de odio, rencor y violencia que perciben en el INADI al hablar de las redes, entra en sintonía con el que identifican en el Observatorio Web, donde detectaron en los últimos días que el 20% de los tuits con la palabra “boliviano” son discriminatorios. También que existen actualmente 873 videos que niegan el holocausto y entre todos suman 23.331.092 visualizaciones. Y cada uno tiene en promedio 100 valoraciones positivas (me gusta) y 22 negativos (no me gusta).
Según este reporte, además, el predictivo de Google también es un indicio de los niveles de discriminación que hay en Internet. Por ejemplo, cuando se escribe “musulmanes” se completa con la palabra “terrorista”. Cuando se escribe “judío” se completa con errante; “paraguayo” se completa con “borracho” y “boliviano” se completa con “feo”.
El observatorio cuenta con una plataforma en la cual recibe denuncias de discriminación, a la vez que desarrolla tareas de búsqueda activa monitoreando el contenido discriminatorio online y trabajando en prevención educando sobre el uso responsable de tecnologías.
cuestion de acoso
Así como crecen los grupos que promueven mensajes discriminatorios, las redes sociales son también -y desde hace ya tiempo- el lugar para que muchos chicos pacten peleas o se encuentren simplemente para acosar a otro. A este último ejemplo los expertos suelen llamarlo cyberbullying, una adaptación de lo que hasta hace poco se conocía como acoso o la agresión entre los adolescentes y niños en situación escolar. “Es un comportamiento prolongado de agresión psicológica y física que un niño o grupo de niños realiza a un tercero a través de Internet, teléfonos celulares o cámaras de fotos”, explican en el Equipo Bullying Cero Argentina, un grupo de especialistas que estudia la evolución del fenómeno en el país.
Además de la creación de grupos en las redes sociales con la intención de agredir a terceros, otra metodología frecuente suele ser el ingreso a páginas personales para dejar insultos o burlas bajo el amparo de seudónimos. Algunas iniciativas incluyen la creación de fotologs de terceros con esa misma finalidad. También en el portal de videos YouTube se pueden ver con facilidad numerosos videos de peleas en aulas, en patios de escuela o en la calle. Según los expertos, las nuevas formas de comunicación que provee Internet hacen visible una violencia que ya existía en el ámbito privado. “Muchas veces las agresiones verbales y sociales que permite Internet son la continuación de agresiones físicas en el colegio o en lugares de reunión”, se indica desde Bullying Cero.
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