Incertidumbre vecinal en 1 y 32 por el paso bajo nivel
| 4 de Junio de 2016 | 01:40

El nuevo paso bajo a nivel que se construirá el año que viene para el cruce entre las avenidas 1 y 32, entre las estaciones Tolosa y La Plata, provoca una gran expectativa entre los vecinos y planteos acerca de los perjuicios que tal vez tengan los comerciantes más próximos a esa obra. “Se presentó el proyecto como si se fuera a escuchar la opinión de los vecinos, pero ya está todo cerrado y jamás nos consultaron”, señaló Lucas Cicchetti, vecino y comerciante de la zona.
Como ya se informó, está previsto que para el segundo semestre de 2017, el paso bajo nivel esté terminado. Así lo anticiparon el jueves último autoridades del ministerio de Transporte de la Nación y el municipio, en la presentación del plan de reformulación integral para el cruce entre las avenidas 1, 32 y las vías del ferrocarril Roca.
Pese a que la “Jornada de Diálogo Ciudadano” que se desarrolló o en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional fue abierta a toda la comunidad, luego de una recorrida de EL DIA por esa zona de Tolosa se pudo corroborar un gran desconocimiento acerca del tema, entre vecinos y comerciantes.
“Es algo de lo que se habla desde hace mucho tiempo, pero nunca vino nadie a informarnos”, contó Hernán, el empleado de una ferretería ubicada en 2 y 32.
Pese a la escasa información, Hernán como otros vecinos, se mostraron partidarios de que el tren circule bajo tierra entre las estaciones de Tolosa y la central.
“Mi abuela se vino a vivir a Tolosa en la década de los 40 y ya se hablaba de construir un túnel entre Tolosa y la estación de La Plata, una forma de que el barrio no quedara dividido en dos como estuvo siempre”, agregó el comerciante.
De acuerdo al proyecto, la construcción de sendos túneles debajo de los rieles y la avenida 1, permitirá que la circulación vehicular del sector no colapse cuando los convoyes pasen en ambas direcciones cada ocho a quince minutos.
Es precisamente ese dato el más alentador para los que creen que hay que tomar alguna medida para evitar los embotellamientos.
“Si bien nadie nos explicó nada, es cierto que hay que resolver el problema del tránsito”, apuntó un bioquímico de Quilmes que diariamente trabaja en un laboratorio de la zona.
También surgieron algunos reparos ambientales porque se perderá la rambla de 32 entre las calles 3 y 116, donde se construirá rampas, dársenas, guard-rails, calzadas y separadores.
Según se precisó, ambas manos de la avenida 32 pasarán soterradas, por separado, bajo la vías y la avenida 1.
“Para el tránsito va a ser espectacular, pero para los comerciantes que estamos en el sector de las calles 1, 2 y 3 la actividad se puede resentir bastante”, indicó un comerciante de la zona
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