Lázaro Báez acusó al juez Casanello de no ser imparcial
| 7 de Junio de 2016 | 02:43

El empresario kirchnerista Lázaro Báez aseguró ayer en la Cámara Federal porteña que “no entiende” por qué está detenido y consideró que la causa por supuesto lavado de dinero en la que se encuentra procesado con prisión preventiva “no está llevada en forma imparcial” por parte del juez federal Sebastián Casanello.
“Yo estoy bien”, dijo el empresario, que permanece recluido en el penal federal de Ezeiza, a los jueces de la Sala II de la Cámara Federal durante la audiencia realizada a pedido suyo, que duró menos de 20 minutos ayer por la mañana y en la que pidió que no estuvieran presentes abogados ni periodistas.
Según confió una fuente judicial presente en la reunión, Báez aseguró a los camaristas que con su firma Austral Construcciones SA cotizó en licitaciones de obras públicas en la provincia de Santa Cruz al igual que “otras empresas importantes”, pero se desligó de supuestas irregularidades sobre los valores al alegar: “Yo no fijaba los precios”.
Además, se quejó de que el juez Casanello “no evacuó todas las medidas de prueba” que había presentado su defensa en el expediente y conjeturó por ello que a su entender “la causa no está llevada en forma imparcial”.
Los camaristas Eduardo Farah, Horacio Cattani y Martín Irurzun sólo le preguntaron por su estado de salud y Báez les dijo que en la cárcel de Ezeiza está bien atendido y, aunque a veces faltan “algunos insumos”, se encuentra bien, señalaron las fuentes. “Yo estoy bien”, destacó.
Los abogados de Lázaro Báez, Daniel Rubinovich y Rafael Sal Lari, esperaron afuera a que finalizara el encuentro, y momentos después se conoció que el empresario detenido había despedido a la abogada Elizabeth Gasaro, quien lo representaba en la causa por el mausoleo del ex presidente Néstor Kirchner, luego de que trascendiera una escucha telefónica donde se aludía al juez Casanello y a una presunta coima.
Trasladado por efectivos del Servicio Penitenciario Federal (SPF) desde la cárcel de Ezeiza, su alojamiento desde el 5 de abril último, Lázaro Báez permaneció en el edificio de Comodoro Py 2002 casi seis horas.
La mayoría de ese tiempo estuvo encerrado en la alcaldía de la planta baja, hasta donde se acercó a visitarlo su hijo mayor, Martín Báez, también procesado sin prisión preventiva en esta causa, pero el joven no pudo verlo ni antes ni después de la breve audiencia, confiaron fuentes judiciales.
RECUSACION
La estrategia defensiva de Báez de haber pedido una audiencia a solas con los camaristas para plantear sus dudas y cuestionamientos respecto al juez y el trámite de la causa parece guardar sintonía con lo hecho ayer mismo por su segundo hijo varón, Leandro, quien insistió en recusar al juez Casanello, pero esta vez directamente ante la Cámara Federal.
“Casanello ha direccionado la investigación al solo efecto de evitar incluir funcionarios de la administración de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner y a la misma ex mandataria, y al mismo tiempo perjudicar únicamente a la familia Báez”, insistió en el escrito de cuestionamiento al magistrado.
En abril Casanello procesó con prisión preventiva a Lázaro y a su contador, Diego Pérez Gadín, y sin prisión preventiva a los hijos de ambos, Martín y Sebastián; al asesor Fabián Rossi, al titular de la financiera SGI (”La Rosadita”), César Fernández, y al jefe de la empresa Top Air, Walter Zanzot.
Esos procesamientos por supuesto lavado de activos se produjeron en la causa llamada “ruta del dinero K”, que se reactivó a partir de la difusión de un video donde se veía a varios de ellos contar 5,5 millones de dólares en “La Rosadita”, empaquetarlos y embolsarlos.
La semana pasada Casanello amplió los procesamientos y embargos por la transferencia de unos 33 millones de dólares que habrían salido de “La Rosadita”, y supuestamente fueron a la firma Helvetic Services Group para reingresar a Austral Construcciones, según la justicia.
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