Un resultado que refleja la gran polarización de la sociedad
| 7 de Junio de 2016 | 03:01

El ballotage presidencial en Perú ha dejado en evidencia a un país dividido ante la posibilidad de que el fujimorismo regrese al poder. La sombra del ex mandatario Alberto Fujimori, que purga una condena a 25 años de cárcel por corrupción y delitos de lesa humanidad, ha jugado un rol decisivo en la elección. De confirmarse los resultados que apuntan a una ajustada victoria del liberal Pedro Pablo Kuczynski (77), Keiko Fujimori (41), primogénita del ex presidente encarcelado, volverá a sufrir una amarga derrota en su intento de lograr la primera magistratura de Perú. Hay que recordar que Keiko perdió las elecciones de 2011 frente al actual presidente, Ollanta Humala. Según analistas, estos comicios ponen en evidencia que el “fujimorismo sigue siendo muy fuerte y el ‘antifujimorismo’ también”. En este país polarizado, agregan, “el lado del antifujimorismo busca un rostro”. Ese rostro fue Alejandro Toledo en las elecciones de 2000, el actual presidente Ollanta Humala en 2011 y Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK, en las de este domingo.
“El antifujimorismo no tiene una ideología marcada. Puede ser una figura de centro, de derecha o de izquierda. Lo que importa es cerrarle el paso al fujimorismo”, destacan los expertos. Tras el buen desempeño de PPK en el debate electoral del domingo previo al ballotage, cuando todas las encuestas daban una victoria a Keiko, la candidatura del ex ministro de Economía de Alejandro Toledo sumó impulso ayudada por una serie de denuncias que vincularon al fujimorismo con el lavado de activos y el narcotráfico. Otro punto clave del cambio de tendencia es el apoyo a PPK de la ex candidata presidencial Verónika Mendoza (del izquierdista Frente Amplio), lo que lo ayudó a conseguir el voto del sur del país, donde ella logró su mejor performance en la primera vuelta del 10 de abril, cuando obtuvo 20 legisladores. Ese resultado convierte al Frente Amplio en la segunda fuerza en el Congreso. Mendoza explicó su apoyo a PPK para cerrarle el paso al fujimorismo. PPK se impuso en el sur del país y en Lima, unos de los principales bastiones electorales, mientras que Keiko lo hizo en el norte peruano. Si Kuczynski triunfa, deberá lidiar con un Congreso dominado por el fujimorismo, con 73 bancas de un total de 130, mientras que su partido logró 18 diputados.
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