City Bell: motochorros balearon a un policía que iba a trabajar
| 10 de Julio de 2016 | 02:11

El capitán Luis Alfredo Alvarez pasó 29 de sus 53 años en las filas de la Policía Bonaerense, pero dos delincuentes lo balearon en el estómago ayer a la madrugada, cuando iba a tomar el micro para ir a trabajar al destino donde presta ahora servicios, más tranquilo que las comisarías donde estuvo antes. Alvarez es custodio en el Museo Histórico “17 de octubre”, en la localidad bonaerense de San Vicente, al que todavía muchos llaman “la quinta de (Eduardo) Duhalde”.
Alvarez estaba de civil y aunque no se sabe si se resistió al asalto, o no, lo cierto es que los delincuentes no llegaron a robarle nada. El capitán permanecía anoche internado en el hospital de Gonnet, en estado reservado, aunque evolucionando bien y estable, dijeron fuentes oficiales.
Ocurrió alrededor de las 4 de la mañana, cuando Alvarez salió de su casa y caminó en dirección a la parada del micro 273 que lo lleva a la Terminal de Omnibus, donde aborda el que lo deja en San Vicente. Estaba en 454 entre 23 y 24, a siete cuadras de su domicilio, cuando lo interceptaron dos hombres en una moto, quienes le apuntaron con un arma de fuego mientras le pedían “danos todo”.
Vestido de civil, el capitán se habría resistido al asalto, recibiendo un tiro en el abdomen. Fuentes del caso dijeron a este diario que la víctima “no llegó a sacar el arma”, pero evitó que le robaran sus pertenencias. Después del disparo los asaltantes escaparon, sin llevarse nada.
Consciente, aunque dolorido y perdiendo sangre, Alvarez llamó desde el teléfono celular a su esposa María Cristina Cardoso (53) y a una remisería de la zona. A ella le contó lo que acababa de pasarle (esta es la versión que tiene la Policía, ya que el efectivo no pudo dar testimonio todavía) y al operador de la agencia le pidió un auto que lo llevara al San Roque.
Este chofer contó que fue a cubrir el viaje y el propio Alvarez le pidió que lo trasladara al hospital. Pese a que en el trayecto el capitán le relató el episodio, el remisero cayó en la cuenta de la gravedad del caso una vez que llegaron a la guardia y a la víctima le quitaron la campera: “Vio que tenía un orificio de arma de fuego en la zona abdominal, del lado izquierdo”, explicó un vocero.
Después, Alvarez fue sometido a una cirugía. Por lo que informaron los médicos, el paciente sufrió “una herida grave con lesiones en duodeno e hígado”, y aunque el estado es “reservado, no de una gravedad extrema”, reprodujeron los investigadores consultados por este diario.
Ayer a la tarde, la esposa de Alvarez contó a EL DIA que su marido “trabaja desde hace dos años en la quinta de San Vicente, asignado por el ministerio” de Seguridad.
Consultada sobre cómo fue el intento de asalto, respondió que “aún no lo sabemos, porque Luis todavía no pudo decir nada. Desconocemos si se resistió o no. Pero él estaba de civil y nos dijeron que se le acercaron dos delincuentes en una moto”.
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