Nuevo ataque a la policía en EE UU: matan a tiros a otros tres agentes
| 18 de Julio de 2016 | 03:11

En un episodio poco claro, tres policías murieron ayer en un tiroteo cerca de una comisaría de la ciudad estadounidense de Baton Rouge, en el estado de Luisiana, la misma en donde hace algunos días se registró un nuevo caso de gatillo fácil de un oficial blanco contra un ciudadano negro en un hecho que desató protestas raciales y reavivó la tensión en el país. En rueda de prensa, el jefe de Policía de Baton Rouge, Carl Dabadie, informó que tres agentes fallecieron y otros tres fueron heridos, uno en estado crítico, luego de enfrentarse a un atacante con un rifle de asalto. El agresor, identificado como Gavin Long, un ex marine afroamericano que este mismo día cumplía 29 años y que vivía en Kansas City, Misouri, resultó abatido en el enfrentamiento.
El tiroteo reactivó el clima de tensión racial y política que se vive en EE UU en los últimos meses, principalmente por nuevos casos de gatillo fácil contra jóvenes negros y por el reciente ataque contra un grupo de policías en Dallas. Como si esto no fuera suficiente, este nuevo tiroteo coincidió con la víspera del inicio de la Convención Nacional Republicana en Cleveland, Ohio, en la que uno de los dos principales partidos políticos del país elegirá a Donald Trump como su candidato presidencial en un evento que Washington ya elevó a rango de interés de seguridad nacional.
Se desconocen los motivos del tiroteo, pero de inmediato los medios locales recordaron que el incidente sucedió días después de que durante una protesta contra dos nuevos casos de violencia policial en el país -uno de ellos registrado justamente en Baton Rouge- un ex soldado negro matara a cinco policías en Dallas.
El presidente de EE UU, Barack Obama, quien llamó a la unidad nacional y racial durante el acto de homenaje a los agentes muertos en Dallas, condenó el ataque en el “sentido más fuerte de la palabra” y dijo que “no hay justificación para la violencia contra las fuerzas de seguridad”, según un comunicado difundido por la Casa Blanca. Obama, que ofreció todo el apoyo federal al gobernador de Luisiana, pidió “que no haya errores, que se haga justicia”. “Si bien no sabemos claramente los motivos del ataque, son la obra de cobardes que no hablan por nadie. Estos ataques a servidores públicos tienen que parar”, reclamó el mandatario. El tiroteo ocurrió cerca de la comisaría de la ciudad, y los agentes habían recibido una llamada que advertía sobre la presencia de “un sospechoso armado con un fusil de asalto caminando por la autopista Airline”, que pasa frente al cuartel policial. Cuando los agentes llegaron al lugar empezó el tiroteo, en lo que parece haber sido una emboscada a los uniformados, según las autoridades.
El martes pasado la policía de Baton Rouge había informado de la detención de tres personas que habían robado armas supuestamente para atentar contra uniformados, en momentos en que la ciudad hervía con protestas en contra de la brutalidad y el racismo policial. Los detenidos, tres jóvenes de 13, 17 y 20 años, habían asaltado un local de armas el fin de semana previo, y uno de ellos confesó que querían matar a uniformados de Baton Rouge en represalia por la muerte de Alton Sterling (37), un hombre de raza negra que vendía CDs en la calle y que perdió la vida dos días antes a manos de dos agentes blancos que fueron al lugar por una llamada anónima que denunciaba la presencia de una persona que amenazaba a los transeúntes. De acuerdo a la secuencia de los hechos, que fueron grabados en video por los transeúntes, los agentes dispararon a quemarropa a Sterling a pesar de que ya lo tenían reducido en el suelo.
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