Primeros chispazos en la relación entre la Nación y las provincias

Por MARIANO SPEZZAPRIA

La primera señal fue el faltazo del gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá a los actos por el bicentenario de la Independencia en Tucumán. La segunda luz amarilla se encendió el martes pasado, cuando Mauricio Macri criticó al gobierno socialista de Santa Fe por una supuesta reticencia a coordinar acciones con la Nación. Fueron los primeros chispazos con las Provincias.

Antes se habían registrado negociaciones, algunas ríspidas pero que finalmente llegaron a buen puerto, entre los gobernadores y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por el pago de una deuda histórica que el Estado nacional tenía con las provincias por una mala liquidación de fondos coparticipables. En rigor, por una deducción inconstitucional del 15% que hizo el kirchnerismo.

Pero superado ese trance, ahora que el Gobierno nacional está elaborando el proyecto de Presupuesto 2017 comenzaron a producirse algunos ruidos entre la Casa Rosada y los distritos del interior del país, que acusan a la gestión de Cambiemos de intentar favorecer a la provincia de Buenos Aires y la capital en el reparto de fondos y de obras públicas de cara al año electoral.

En ese contexto, según pudo saber EL DIA, es que la mayoría de los senadores nacionales optaría por rechazar el descongelamiento del Fondo del Conurbano que reclama la gobernadora María Eugenia Vidal. En la Cámara alta hay tres iniciativas al respecto que comenzarán a ser tratadas en comisión luego del receso legislativo, en agosto, pero que se empantanarían por esa situación.

En el Senado hay tres iniciativas (sobre el Fondo del Conurbano) pero que quedarían empantanadas por esta situación

En la Casa Rosada, donde aún buscan reponerse del cimbronazo que provocó allí el conflicto por las tarifas, ponen paños fríos a las críticas que surgen de las provincias. Y afirman que, en todo caso, podrán plantear sus demandas el 2 de agosto, cuando el ministro Frigerio se reunirá con los gobernadores en Puerto Madryn, Chubut. Aunque los tiempos políticos se podrían anticipar.

Ayer mismo el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se declaró “sorprendido” por las críticas de Macri, que lo acusó de tener “poca actitud de trabajar en conjunto”. “Fueron expresiones desafortunadas, de las tantas que viene teniendo”, dijo el socialista. Y agregó: “Hay dirigentes locales del PRO muy preocupados en generar fisuras en el Frente Progresista Cívico y Social”.

De esa manera, el gobernador santafesino se refirió a la buena ponderación que hizo el Presidente de la intendenta de Rosario, la también socialista Mónica Fein. También rechazó las críticas del jefe de Estado la diputada Alicia Ciciliani, de buena sintonía con el Frente Renovador massista en el Congreso nacional: “Espero que sea otro error del Gobierno, que después pide disculpas”, ironizó.

Más allá del cruce de declaraciones, lo que está en juego es la distribución de obras públicas y el reparto de fondos federales de cara a 2017. De hecho, el Ministerio de Hacienda tiene en estudio propuestas para más que duplicar las partidas el año que viene, respecto de las que se están ejecutando en 2016. Los proyectos pasarían de 49.000 millones de pesos a 120.000 millones.

Entre los gobernadores y los senadores nacionales que no son de Cambiemos, se comenta que el 80% de esos fondos estarán destinados a la provincia de Buenos Aires y la capital. Pero en la Casa Rosada sostienen que también habrá fondos para obras de los ministerios de Transporte y de Energía, además de Interior, lo que podría “equilibrar la balanza” con el resto de las provincias.

PARA LOS ALIADOS

De todos modos, en el interior del país hacen otra cuenta, basados en los hechos registrados en los primeros siete meses de Macri como presidente. Y aseguran que el 43% de los recursos de la Nación fueron transferidos a los distritos que gobierna Cambiemos: capital federal, Buenos Aires, Jujuy, Mendoza y Corrientes. También a provincias aliadas como Salta, que administra Juan Urtubey.

Aunque en este caso también se produjo ayer una desprolijidad por parte del Gobierno nacional: informó en el Boletín Oficial de una transferencia de 270.586.353,42 millones de pesos a la provincia norteña, cuya gestión debió salir a desmentirlo porque ese dinero se había acreditado en abril pasado en concepto de anticipo de coparticipación, pero que no hubo un segundo envío.

En este escenario, el Presidente desembarcará mañana en Catamarca para encabezar junto a la gobernadora justicialista Lucía Corpacci de la inauguración de un mercado de abasto. Y lo hará en momentos en que la relación de la Nación con las provincias registra cortocircuitos.

En el interior observan que Buenos Aires y la capital son los que consiguen el mejor financiamiento.