Buscan nuevos datos por los “sobres negros” de la Policía
| 23 de Julio de 2016 | 02:15

La justicia platense avanza en la investigación de posibles delitos cometidos con sobrefacturación del servicio de policía adicional, conocido como horas Polad, detectados ahora en la cobertura de vigilancia en el instituto Aráoz Alfaro de Abasto, de donde hace una semana se fugaron siete menores.
En tal sentido, voceros judiciales indicaron que la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de La Plata, Ana Rubio, a cargo de la causa que investiga esa fuga, solicitó informes sobre el servicio Polad, que en un gran porcentaje es manejado la comisaría primera de La Plata.
DEFINE LA FISCALIA GENERAL
Una vez recibido el detalles sobre ese servicio, y de surgir sospechas sobre una posible malversación, se enviaría la parte correspondiente a la Fiscalía General, a cargo de Héctor Vogliolo, quien definirá quien quedará a cargo de investigar el caso.
Ayer voceros judiciales confirmaron que el día de la fuga en el Aráoz Alfaro, el sábado pasado, de los seis agentes pagos que debían cubrir la guardia, sólo había dos y eran de la Policía Local.
Como se sabe, al surgir esa irregularidad, desde la Dirección de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad pusieron nuevamente la mira en los responsables de la distribución del personal en esos puestos fijos de vigilancia, ante la sospecha de posibles desmanejos con fines ilícitos.
Cabe señalar que las horas Polad genera el movimiento de sumas varias veces millonarias, y ese servicio está desde marzo último bajo la lupa judicial.
EL CASO DEL SUBOFICIAL MILLONARIO
Esto fue a partir de la detención de Patricio Masana, el suboficial de la Policía bonaerense que se movía como un verdadero millonario y que quedó preso acusado por un robo en la casa del intendente de La Plata, Julio Garro.
Sobre el servicio en el Aráoz Alfaro, voceros de Tribunales indicaron que es contratado por la subsecretaría de Niñez y Adolescencia que depende del ministerio de Desarrollo Social, que a su vez se lo contrata al Ministerio de Seguridad bonaerense.
La fiscalía de Rubio investiga la fuga, y en ese marco, analiza los servicios de vigilancia que se prestaban allí, pudiendo surgir de ese largo derrotero en las contrataciones algún delito de acción pública. En tal caso, deberá enviar las actuaciones al fiscal general Vogliolo.
En los últimos días se supo que, por ejemplo, sólo por el pago de las horas adicionales, la comisaría Primera de nuestra ciudad, donde cumplía funciones Masana, justo en el área de las Polad, se recaudaban unos 25.000.000 de pesos al mes, de los cuales, 12.500.000 pesos, es decir exactamente la mitad, “se perdían en el camino”, confió un vocero del ministerio de Seguridad.
También destacó que “hay una decisión política del gobierno de María Eugenia Vidal de ajustar todos los controles y erradicar la corrupción en la Policía”.
El caso Masana fue el que abrió el camino para investigar los “sobres negros” de la Policía bonaerense, ya que este suboficial tenía un nivel de vida imposible de llevar con el sueldo promedio que cobraba en la fuerza: 18.000 pesos al mes”, detalló la fuente consultada.
Este suboficial está detenido por el asalto al intendente Garro, ocurrido el 2 de marzo pasado, en su casa del country Grand Bell de City Bell.
Como se recordará, hace una semana dos delincuentes armados entraron al Aráoz Alfaro, de 520 y 226 (para rescatar a dos cómplices y, permitieron así que otros cinco se escaparan) y en el lugar no estaban todos los policías que, por planilla, debían estar.
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