La semana de Messi, la Justicia y la llegada del segundo semestre
| 3 de Julio de 2016 | 01:25

La niebla podría ser más que un fenómeno meteorológico propio de esta época del año. Podría ser también la metáfora perfecta de un futuro que parece envuelto en tinieblas y que no se ve del todo claro. No se ve con claridad cómo sigue la Selección (tras la derrota en Nueva York y la renuncia de Messi); no se vislumbra con nitidez cuándo se producirá el despegue de la economía (con el segundo semestre ya en marcha); no se sabe si López, Lázaro Báez y Pérez Corradi van a contar lo que saben; no se sabe si algún día terminarán la electrificación del Roca (más postergada y demorada que aquellas tropas del general Alais), como no se sabe, todavía, cuál será el futuro de Europa sin Gran Bretaña y el de Gran Bretaña fuera de Europa. La niebla, en definitiva, parece el telón ideal para una realidad tan brumosa como incierta en todos los planos y jurisdicciones.
La renuncia de Messi ha sido, sin dudas, el gran tema de la semana. Ha excedido lo futbolístico. Muchos lo han tomado como una metáfora de la argentinidad. ¿No toleramos la derrota? ¿Destruimos a nuestros propios ídolos? ¿Desalentamos a los genios que se ponen la camiseta argentina? ¿Nos incomodan los `líderes humildes`y preferimos los que se llevan el mundo por delante? ¿Empujamos a nuestros talentos y después nos arrepentimos cuando ya es demasiado tarde? Son preguntas que han girado alrededor de Messi y de su renuncia casi en voz baja, sin estridencias, concretada en una triste madrugada después de la caída por penales en la final de la Copa América.
“Messi volvé” se convirtió en una especie de ruego nacional que llevó la derrota a un segundo plano.
Sólo la pasión y la desazón que llega a provocar el fútbol pudo hacer que quedara desdibujada la impactante vorágine judicial, con múltiples allanamientos alrededor de la ex Presidenta y una familia entera (los Báez) en el banquillo de las sospechas.
Aún cuando mantenga un ojo atento sobre las investigaciones de una corrupción que parece haber traspasado todos los límites, y sobre los vaivenes alrededor de Messi, el ciudadano de a pié también tiene otras preocupaciones. Cuando se cuenta -como hizo el diario hace tres días- que el comercio platenses adelantó fuertes liquidaciones por una brusca caída en las ventas, se habla de una economía que no levanta vuelo y de bolsillos de la clase media que no terminan de acomodarse. Cuando se informa -como hizo EL DIA esta semana- que el 80 por ciento de los municipios bonaerenses tienen sus cuentas en rojo, se describe una situación que impacta sobre miles de empleados públicos, sobre proveedores, sobre pequeñas empresas contratistas y sobre la calidad de vida de millones de vecinos.
En este contexto, todo se ve nublado. Y no sólo por la niebla.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE