Las familias hacen “stock” para defenderse de los aumentos

En los supermercados y desde entidades de consumidores aseguran que crece la tendencia de comprar en cantidad

Por ALEJANDRO SALAMONE

En épocas de inflación los vecinos platenses se organizan para ganarle al aumento de precios y ahorrar dinero.

“El mes pasado fuimos al supermercado mayorista con mi amiga y compramos en cantidad. La familia de ella son cuatro igual que nosotros. Trajimos seis paquetes de yerba, diez paquetes de arroz, diez botellas de gaseosa, veinte paquetes de fideo, cuatro pack de leche entera, seis paquetes de azúcar, seis desodorantes y otros alimentos no perecederos. Gastamos en total unos cuatro mil pesos entre ambas, pero sabemos que a la larga vamos a ganar plata. Comprar todos los días en el barrio es un presupuesto grande”, contó Olga Marchetti que vive en Punta Lara y ahora prefiere las compras “grandes”.

Se trata de una tendencia que crece en la Región según dijeron a este diario los comerciantes del rubro almacén. Por eso ya no llama tanto la atención observar los estacionamientos de los hipermercados y los mayoristas repletos de autos y changos hasta el tope. La gente que puede compra en cantidad porque, según aseguran, saben que dentro de dos o tres meses algunos productos ya valen más caros.

Hasta 2015, el 11,4% realizaba sus compras en supermercados mayoristas, ahora esa cifra subió al 30,7%, según la encuesta de Consumidores Responsables

“Es una forma práctica de combatirle a la inflación, dicen los economistas que observan el fenómeno, y agregan que “por ejemplo, quien hace dos o tres meses compró aceite y aún la conserva, yerba, fideos o bien varios paquetes de arroz, ya hizo alguna diferencia de dinero porque todo subió de precio”.

Los supermercados de la Región que también advierten esta forma de compras que adoptan sus clientes según dijeron a este diario, apuntan a que en las góndolas haya ofertas “por llevar en cantidad”. Así, es común encontrarse con carteles que anuncian que si se adquieren, por ejemplo, dos botellas de leche, la tercera no se paga y así con varios productos.

Más allá de las diferencias que puedan hacerse comprando al por mayor en negocios dedicados exclusivamente a esa modalidad, comprar en cantidad en los supermercados y hasta en los almacenes de barrio también genera ahorro.

Teresa Diotto, vecina de Tolosa, asegura que “si se puede hacer eso es ideal, porque hoy es un precio y a los dos o tres meses sabes que va a ser más caro. Y cuanto más grande pueda ser la compra, más dinero se ahorra. En mi casa tenemos un stock de ciertas mercaderías”.

“Un fin de semana por mes nos juntamos con otra pareja y vamos al supermercado mayorista para comprar comidas y bebidas y darnos algún gusto; los precios son más bajos y nos permite ahorrar bastante además de tener siempre mercadería en casa”, expresa Walter, quien junto a su esposa, y su pareja vecina buscan la manera para combatirle a la inflación.

¿Cuanto cuestan hoy doce paquetes de yerba de medio kilo de una marca conocida?, la respuesta es 540 pesos. Una familia que consume tres paquetes por mes, tiene yerba entonces para cuatro meses, y pasado ese tiempo el valor va a ser aproximadamente un 8 por ciento más si se toman los índices inflacionarios actuales.

CAMBIO DE HABITOS

La ONG platense Consumidores Responsables difundió recientemente los resultados de una encuesta que arrojó que el 86% de los consumidores cambiaron sus hábitos de consumo, el 83,2 no considera ventajoso el programa Precios Claros y el 78,9 considera que los comercios no cumplen con Precios Cuidados.

Uno de los datos más llamativos es el gran aumento en la cantidad de personas que eligen supermercados mayoristas para hacer sus compras, señala el informe.

Del trabajo surge además que crecieron las compras en supermercados mayoristas durante el año. Hasta 2015, el 11,4% compraba en supermercados mayoristas, pero ahora las compras en esos negocios treparon al 30,7.

El relevamiento se realizó durante el mes de julio a través de un formulario online y encuestas presenciales que se hicieron en distintos puntos de La Plata y la región.

Según el trabajo, el 16,3 por ciento de los consultados aseguró que hasta el año pasado hacía las compras en supermercados de origen chino. Ahora el porcentaje de consumidores que realizan sus compras en esos establecimientos descendió a 10,7.

Un dato importante es que el 52,4% de los encuestados asegura que utiliza el programa Precios Cuidados, una iniciativa que pese a estar vigente, dejó de tener promoción. Además, el 78,8% considera que los comercios no cumplen con ese programa.

Flor Tuñon también se acostumbró a comprar en cantidad: “Siempre llevo varios paquetes de distintas mercaderías en el mayorista, y en muchos casos de los alimentos y bebidas que más usamos en casa llevo directamente los bultos cerrados. Eso lógicamente nos permite ahorrar bastante si se compara la misma cantidad de cosas adquiridas en cualquier almacén o supermercado del barrio”.

Volviendo con la encuesta de Consumidores Responsables, el 75,9 dice que no utiliza el programa Precios Claros, el sistema de información implementado por el actual gobierno para comparar precios.

Entre las preguntas abiertas sobre formas de consumo, varios de los encuestados aseguraron que buscan comprar sólo las ofertas de los hipermercados.

LAS VERDURAS EN MENOR CANTIDAD

Otros entrevistados sostienen que modificaron el consumo en verdulerías. “Compramos sólo lo necesario”, “no desperdiciamos nada”, “realizo compras pequeñas, lo que necesito a diario”, fueron varias de las respuestas.

Con respecto a las verdulerías, en estas mismas columnas se daba cuenta el domingo pasado que cualquier compra para una familia tipo podía superar, a veces holgadamente, los 150 pesos.

Al tratarse de alimentos perecederos y en algunos casos, como la lechuga o el tomate, con poco tiempo por delante para ser consumidos, sucede lo contrario que en los supermercados: “Todo está caro y la gente lleva lo justo y necesario, ya no usa tanto el freezer para congelar alimentos frescos porque una compra grande, en cantidad, en una verdulería ya puede superar los 1.000 pesos”, admite un comerciante del ramo que tiene su local en el casco urbano.

LA COMPRA SEMANAL EN EL BARRIO

Comprar en cantidad es una tendencia que crece en estos tiempos, y puede explicarse a partir del informe que también se dio a conocer en este diario hace algunas semanas. Concretamente, se informaba que hace ir al supermercado a comprar “lo que sea” para el día representa un gasto no menor de los 150 pesos. Al menos así pudo comprobarse en una recorrida realizada por los comercios del ramo, donde los clientes coincidieron en que “llevas dos o tres cosas y ya estás arriba de los 100 pesos fácilmente”.

Dos cajitas de hamburguesas, un saché de leche de un litro, una gaseosa de dos litros y cuarto, dos rollos de papel higiénico y un kilo de pan, cuesta 155 pesos.

Un jabón líquido para la ropa por tres litros, un desodorante y un shampoo grande, valen 190 pesos. Bien podría tratarse de una compra del día en cualquier familia tipo.

“Un fin de semana por mes nos juntamos con otra pareja y vamos al supermercado mayorista a comprar comida y bebidas”. Es una tendencia que crece en la Región

Estos son ejemplos claros de compras diarias realizadas por consumidores en supermercados de la Región. Es gente que no realiza compras mensuales en hipermercados y que todos los días, por una cosa u otra, vuelven al supermercado o almacén de su barrio.

Con 240,75 pesos, se puede comprar: un paquete de sal fina $8,20; un kilo de azúcar, $ 14,25; un frasco de mermelada $40; un vino de 3/4 $48; dos paquetes de salchichas por 10 unidades, $66,30, y un kilo de arroz $34, y un yoghurt bebible por un litro $30. Algunos de los productos son de primer marca y otros de segunda marca.

Con $249,88 se compra: una mayonesa de 475 grs, $23,97; un paquete de papas fritas 120 Grs, $32,25; un cajita de té de 20 saquitos, $21; un kilo de yerba, $60; una cajita de puré de tomate, $13,66; un paquete de fideos mostachol medio kilo, $17,50, y rollos de cocina por tres, $32.

En los ejemplos se realizó un surtido de lo que una familia tipo puede llegar a comprar diariamente, y se tomaron como parámetros productos de primeras y segundas marcas.

Quienes compran en cantidad, aseguran que “el ahorro es significativo”, aunque aseguran que “es muy difícil dejar de realizar las compras en los negocios del barrio, porque siempre hace falta algo para el día”.

“De todos modo resulta conveniente acumular todo aquellos que se puede mantener por mucho tiempo, eso es muy beneficioso y a la larga genera un gran ahorro”, coinciden los consumidores.

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