Olmos: el ladrón que se tiroteó con un policía estuvo en Sierra Chica

Pasan las horas y el dolor por el crimen del policía Leandro Pedro Cari (24) sigue intacto. Además de la muerte del agente, asesinado durante un robo en su casa de Olmos, a los detectives les preocupa ir detrás del historial del delincuente que también murió. Sus datos personales servirían como puerta de entrada para ubicar a los otros que se fugaron. Son entre dos y tres sujetos, que son buscados intensamente por la Policía platense.

El infierno de balas cruzadas que marcó a fuego la madrugada del martes estuvo planeado al detalle por parte de la banda. De ser ciertos los datos brindados por fuentes de la pesquisa, se habría tratado de un grupo de sujetos “entrenados” en lo que estaban por hacer.

Una vez que los asaltantes ganaron el interior de la casa que habían elegido para robar, situada en la calle 38 entre 176 y 177, previo envenenar a los perros de la familia con un insecticida potente, se dirigieron sin mucha demora a una de las habitaciones.

Los voceros consultados mencionaron que “enseguida despertaron a la pareja y la amenazaron para que entregara toda la plata”.

A escasos metros, en otra habitación, esos ruidos extraños no pasaron desapercibidos para Leandro Cari, que saltó de la cama. En una mano ya tenía su arma reglamentaria, que sacó de una mesita de luz.

saldo mortal

Fueron segundos. Tal vez un par. Pero empezaron a sonar los balazos, que rebotaban por todos lados. El saldo fue mortal.

Cari, que prestaba servicios en el Comando de Patrulla La Matanza cayó muerto de siete disparos cuando se enfrentó con los delincuentes. Y uno de los ladrones también cayó abatido, pero con dos impactos.

El resto de la banda alcanzó a escapar, supuestamente ilesa. No tuvieron la misma suerte la mamá del efectivo, Sandra Cari (39), y su pareja, Javier Guzmán (35), que también fueron baleados, aunque sin gravedad.

Quien también se salvó de milagro fue una hermanita del policía, de 6 años. La chiquita, aterrada, aunque sin lesiones, fue asistida por otros familiares, que llegaron al domicilio lo más rápido que pudieron, luego de recibir la inesperada noticia.

Al parecer, los delincuentes no consumaron su plan y escaparon con las manos vacías.

un prontuario abultado

El que quedó muerto en la trágica escena, de 39 años, era oriundo de la localidad bonaerense de Vicente López, contaba con un abultado prontuario penal y fue identificado como Horacio Alberto Chavez Botias, de acuerdo a lo informado por los detectives.

Hacia ese sujeto está encaminada la investigación que ahora se lleva adelante por este episodio.

Los pesquisas están avanzando en su tarea para analizar los datos que se tienen hasta ahora.

Con hermetismo, pero con un dejo de optimismo por el paso firme de su trabajo, los detectives estarían corroborando la información que les llegó de distintas fuentes: los domicilios posibles de los prófugos, sus identidades o alias y detalles de sus movimientos previos a cometer el golpe mortal en Lisandro Olmos.

Además, intentan determinar qué llevó a esta banda, aparentemente del Conurbano, a ingresar en ese domicilio enclavado en una zona desolada.

Con estas cartas en la mano, los investigadores confían en poder realizar alguna acción concreta para las próximas horas, en procura de ubicar a los delincuentes, con el aval de la Justicia penal de turno.

Dos teléfonos Nextel secuestrados en esa vivienda de Olmos tendrían una vital importancia para el resultado de la investigación: permitiría un entrecruzamiento de llamadas del que podría surgir quiénes completaban la organización delictiva.

el quinto policia muerto

El oficial Cari se convirtió en el quinto efectivo de la Policía bonaerense asesinado por delincuentes en lo que va de este año.

Su crimen dejó consternada a toda la familia: “Leandro hace unos 11 meses que se desempeñaba en la Policía. Y por lo que comentó en más de una ocasión, soñaba con hacer una gran carrera dentro de la fuerza. Ahora estamos todos muy mal, familiares, amigos y compañeros de trabajo. No lo podemos creer”.