Al final, la intervención virtual a Medicina quedó en la nada

El 12 de julio, el consejo superior de la UNLP votó por unanimidad una resolución que exigía a Medicina tomar un segundo recuperatorio de los parciales de 1º año -tras un bochazo masivo-; pedía a la secretaría académica que nombrara veedores de esas nuevas pruebas, con potestad para revisar las anteriores; también exigía a la facultad que adaptara sus cursadas al plan de estudios, argumentando que las clases prácticas eran muy escasas, y además solicitaba una auditoría financiera para saber cómo utilizaba su presupuesto la unidad académica. Nada de eso ocurrió.

La respuesta de la casa de estudios de 60 y 120 tomó cuerpo en una carta dirigida a la presidencia de la Universidad, donde calificó a la resolución como una “intervención de hecho” y un acto de irresponsabilidad por haberse basado en datos brindados por los estudiantes sin siquiera consultar a la facultad. Esos datos hablaban de un 1,96% de aprobados en los parciales. El número real osciló entre 25 y 47%. Bajo, pero muy lejos de aquel guarismo apocalíptico.

Asimismo, Medicina convocó a su consejo directivo para debatir una propuesta estudiantil consistente en tomar un 2º recuperatorio, en cambiar la metodología de evaluación (multiple choise) y en aplicar, en líneas generales, el resto de medidas contempladas en aquella resolución del consejo superior.

Tras un largo debate se decidió por mayoría no tomar un nuevo recuperatorio. Un grupo importante de alumnos se reunió en asamblea y barajó medidas de protesta. Entre ellas la toma de la facultad, que no prosperó. Días después los estudiantes se movilizaron al Rectorado para pedir que se cumpla lo dispuesto por el máximo órgano de cogobierno de la UNLP. Pero todo se fue desinflando.

Politica “no” académica

Fuentes cercanas a 7 y 48 aseguraron en su momento que la postura del Rectorado de “dejar pasar el tiempo” no era casual.

“Muchos coinciden en que el consejo superior se extralimitó y que las cosas se fueron un poco de las manos”, confiaron las fuentes consultadas.

También se dice que durante la visita a la UNLP del ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, y de la subsecretaria de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias, Danya Tavela, el conflicto de Medicina no estuvo ausente.

“El ministro no vio con buenos ojos un avance de ese tipo sobre la autonomía académica de la facultad, y de ello tomaron nota las autoridades de la Universidad, preocupadas por entablar buenas relaciones con el gobierno nacional”, indicó a este diario un alto funcionario de la UNLP.

¿Y los estudiantes? “Los militantes quedaron a merced de una nueva y fallida intentona de manejar a Medicina desde el Rectorado. Y los alumnos de primer año, de una interna incomprensible y eterna entre Universidad y facultad”, consideró.