Le diagnosticaron anemia pero en realidad tenía una lombriz de dos metros
| 31 de Enero de 2017 | 13:04

Un hombre 48 años, que padecía fuertes dolores abdominales, debió ser operado de urgencia luego de que los médicos descubrieran que en su interior se encontraba alojada una lombriz solitaria de casi dos metros. Gracias a una resonancia magnética se pudo dar con la verdadera patología de este individuo, que en un principio había sido diagnosticado con anemia.
El inusual caso tuvo lugar en Nueva Delhi cuando el paciente se presentó en la guardia del Hospital Instituto del Hígado y Ciencias Biliares declarando que padecía fuertes dolores abdominales desde hacía dos meses pero que en el último tiempo se habían incrementado significativamente.
Si bien los investigadores de ese centro de salud coincidieron con el diagnóstico que tiempo atrás habían presentado sus colegas de que el hombre padecía una severa anemia, al revisar en profundidad el caso detectaron que los niveles de pérdida de nutrientes eran mucho más elevados.
Es por ello que decidieron hacer pruebas más detalladas y se encontraron con la presencia de huésped muy movedizo. Se trataba de una lombriz solitaria que había permanecido por un lapso de dos meses en el interior de esta personas alimentándose de los nutrientes que ingería el hombre y creciendo sin cesar.
"Era una parte ondulante de la lombriz", relató Cyriac Phillips, quien detalló el caso al portal especializado The New England Journal of Medicine. Rápidamente decidieron intervenir al paciente al que se le extirpó el gusano desde la boca. Pero al comenzar a tirar se dieron cuenta que la extensión de este parásito era mucho más extensa de la que creían. Después de una larga faena, lograron retirar por completo a la lombriz y se llevaron una gran sorpresa cuando determinaron que tenía 1,88 metros de largo.
"La jalamos suave y firmemente y al final se completó la operación después de aproximadamente 1 hora y 15 minutos. Nunca había visto una solitaria de este largo antes de este caso en particular", comentó Phillips en su reporte.
Este tipo de parásito, según enciclopedias médicas, puede medir más de 3 metros y alojarse durante años en los intestinos, ya que muchas veces no producen síntomas importantes que obliguen a visitar al médico. Entre los signos más notorios de su presencia, está el dolor abdominal, que suele ser confundido con otras causas.
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