Polémica por un grupo de cirujanos plásticos que baila mientras opera

El doctor Scott M. Blyer, figura en la página web del Cameo Surgery Center de Nueva York, como un cirujano plástico con una lista de premios y logros, artículos en "más de cien" revistas, entre otras “medallas”.

"Conserva una ventaja clave adicional que lo distingue del resto: la compasión. El doctor. Blyer realmente se preocupa por cada uno de los pacientes que tiene", afirma su biografía.

Sin embargo, por su comportamiento en las redes sociales, Blyer no parece ser la misma persona. En Twitter, Instagram y Snapchat, él es "Dr.Bfixin". 

El Dr.Bfixin publica videos en los cuales él y su personal bailan música disco o reggaeton en medio de operaciones, etiquetando a los artistas que componen las canciones. 

En uno de los posteos más recientes, Blyer danza, con un pedazo recién removido de grasa descansando sobre su antebrazo, al ritmo de "Bag on Me" de A Boogie y Don Q, mientras el paciente anestesiado reposa sobre la camilla.

En otro video, una herramienta de liposucción se balancea de un lado a otro en un cuerpo inconsciente, mientras la cámara gira desde un Blyer danzarín hacia cuatro de sus miembros bailando en línea detrás de un ventanal. La canción es "Mi Gente" de J Balvin y el  Dr.Bfixin publica una felicitación al cantante de reggaeton por encabezar una lista de Spotify.

Las nuevas normas dictan que los pacientes den "consentimiento informado" sobre el uso de imágenes de sus cirugías. Esto especifica que obtienen no sólo "información adecuada" sobre sus cirugías, si no también los "riesgos potenciales y beneficios" de los videos que se realizan durante los procedimientos.

Además, se prohibiría a los miembros de la sociedad "trivializar situaciones donde los pacientes están bajo anestesia y están en riesgo de daño grave".

En muchos casos, los cirujanos plásticos han pedido a los pacientes permiso para documentar sus procedimientos, algunos de ellos con fines educativos. Graban las operaciones como una herramienta de enseñanza para los estudiantes de medicina y para que los pacientes potenciales puedan entender mejor el procedimiento que están considerando. En otros casos, el uso de imágenes es promocional. 

En los últimos años, los videos publicados en línea se hicieron populares para una multitud que sólo buscaba la emoción de ver un corte de cuerpo abierto y manipulado, y algunos cirujanos -compitiendo por los seguidores de las redes sociales- estaban felices de involucrarse.

No obstante, las actitudes “poco profesionales” de Blyer están en la mira de la American Society of Plastic Surgeons.

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