Una mujer y su hijo querían un poco de silencio y los atacó una patota del barrio

Un estudiante de Derecho salió en defensa de su madre y le pegaron entre 12. Quejas y miedo

Edición Impresa

Llega el fin de semana y la esquina es el lugar elegido. Tomar alcohol, escuchar música, consumir drogas o tirar “cortes” con motos son la postal repetida. Pasa en varios barrios y la costumbre suele afectar a una cantidad de gente que no puede dormir tranquila o que vincula esas juntadas a otros problemas. En este contexto, en Los Hornos hubo un caso ayer en el que un muchacho les reclamó a sus vecinos por los disturbios y le terminaron pegando de a doce personas.

El incidente se vivió en 138 y 58, en el lugar donde Sebastián Cipriano (21), estudiante de Derecho de la UNLP, vive con su familia. En esa misma dirección, en la vereda de su casa, es donde se reúnen “siempre”.

La madrugada del domingo fue, otra vez, intranquila. “Se juntan a tomar alcohol, fumar marihuana y siempre hay movimiento con gente que llega en auto, está un rato y se va. Es algo que, como temprano, dura hasta las 4”, describió la víctima, en una entrevista con EL DIA.

Los que suelen “parar” en ese cruce son jóvenes de su edad o unos años menores. A decir de Sebastián, los disturbios también incluyen “botellazos, peleas entre ellos y agresiones a chicas”. Poco se sabe de lo que ocurre cada vez. “Tratamos de no meternos mucho en sus temas”, aclaró.

El verano fue la época más problemática, con cuatro conflictos en ese mismo lugar. Los incidentes volvieron con la misma virulencia

Ayer a la madrugada algunos vecinos tuvieron que recurrir a llamar al 911: “La policía tardó como 40 minutos, pasó unas veces, sin ir a hablar con ellos, y ahí se dieron cuenta de que se tenían que ir”, dijo Sebastián. Desde entonces tuvieron calma, pero duró poco.

Entre las 14 y las 15 de ayer, el grupo de jóvenes organizó una nueva juntada. Vespertina, pero con los mismos usos y molestias para el resto. Fue la madre del estudiante quien salió a la vereda para echarlos.

El resultado fue que “la insultaron e increparon, al punto de que casi le empiezan a pegar. Ahí salí a defenderla. Después apareció un vecino nuestro, para salir a favor del grupo, lo mismo su madre. Entre las amenazas, a mi mamá la tiraron al piso, la agarraron de los pelos y le pegaron”, relató el joven.

Entonces reaccionó para parar el ataque, y se convirtió él en el blanco de la agresión. Sebastián contó 11 o 12 personas entre las que le dieron piñas, patadas y lo tumbaron al suelo.

Arrastrándose por la vereda, la víctima alcanzó a soltarse y a entrar de nuevo en su casa. “Si no, terminaba roto en un hospital”, afirmó. Un rato más tarde hizo la denuncia y todavía con la expectativa -y el temor- de sufrir represalias, decidió dar a conocer el caso para, de alguna manera, protegerse.

“No sabemos si nos van a pintar la casa o qué nos van a hacer”, reconoció preocupada la mujer.

problema repetido

En esa esquina de Los Hornos la conflictividad por los disturbios de noche es un tema repetido y recurrente. Ya en el verano, recordó Sebastián, hubo cuatro incidentes graves.

“Varias veces amenazaron a la gente con quemarle la casa o ir a robarle, si los denunciaban”, afirmó el joven.

Como ejemplo, señaló el conflicto que padeció otro hombre que vive a pocos metros, que mantuvo más de una discusión por el mismo tema y sufrió el incendio de la puerta de su vivienda. Tuvo que hacer un tapial alto con pinches en el umbral para mejorar su protección. “Era alguien que ya estaba amenazado y que tiene pruebas de quiénes se lo hicieron”, comentó el joven que dialogó con este medio.

El resto de la gente de esa zona de Los Hornos, según Sebastián, se cuida de no ir al cruce con este grupo, justamente para no empeorar la situación.

Ayer, rodeado de pibes que le pegaban, el muchacho se vio absolutamente solo, sin que nadie saliera a por lo menos parar la andanada de golpes. Los días siguientes son, por ahora, un misterio en cuanto a lo que le deparará el destino. La familia espera, al menos, que la repercusión mediática los ayude.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE