“El seductor”: lobas con piel de caperucita, en el último filme de Sofia Coppola que baja de cartel

La cineasta subvierte la historia original y rompe sus propios moldes en la cinta que tendrá hoy sus últimas proyecciones en La Plata

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Después de “Somewhere”, Sofía Coppola quedó marcada como una cineasta virtuosa pero demasiado preocupada por lo que en Estados Unidos llaman “los problemas de la gente blanca”: la cinta incluso obligó a revisar su filmografía y opacó la lúdica “The Bling Ring”, que pasó sin pena ni gloria.

Cuatro años más tarde, Coppola quiebra las etiquetas que habían caído sobre ellas y se desmarca de su filmografía con un melodrama tenso, inmersivo y deliciosamente perverso que pone de cabeza la versión fílmica original de la novela que adapta, “A painted devil”, de Thomas P. Cullinan, para sorprender con un giro feminista a la fábula del soldado atrapado en una casona poblada de mujeres.

“El Seductor” tuvo una gran recepción crítica y un buen paso por nuestros cines, pero tras un mes en los cines, deja la cartelera mañana. ¿Por qué hay que verla?

DE QUÉ VA

El año es 1864: durante la Guerra Civil Norteamericana, la tranquilidad de una escuela femenina de Virginia dirigida por una tensa institutriz (Nicole Kidman) y donde sólo viven mujeres, se ve alterada con la llegada de un apuesto soldado del bando enemigo herido (Colin Farrell). El despertar sexual de las púdicas jovencitas del hogar y los sueños de romance de las habitantes más adultas colisionan de frente con los intentos de coqueteo del soldado: pero aunque Farrell es el seductor del título, nada sabe de ese universo femenino del que en realidad es prisionero, atrapado en juegos de seducción que se volverán peligrosos y sangrientos.

POR QUÉ VERLA

“El Seductor” es, ante todo, un melodrama exquisito que cobra mayor fuerza mientras más sangriento y perverso se vuelve: como el lado B de un romance de época telenovelesco, construye poderosas figuras femeninas que no piden perdón por su deseo y cuyo despertar sexual es violento y vengativo como pocas veces se ha visto en el cine.

Pero con todos estos juegos al borde del desborde pasional, Coppola conduce las acciones de sus criaturas de manera siempre clara, sin que actúen de manera pasional por convención de género o efecto de shock: las antiheroínas de la mansión de Virginia son mujeres complejas con deseos contradictorios que nunca caen en la caricatura.

Pero más allá del disfrute primal del filme, también es destacable que una cineasta virtuosa como Sofia Coppola se atreva a romper su propio molde, a salir de su zona de confort. “El Seductor” respeta sus marcas de estilo, pero recupera la dimensión ominosa de “Las vírgenes suicidas” gracias a los ecos inquietantes de los bosques de Virginia (rodados en Luisiana) y al trabajo fotográfico de Philippe Le Sourd, para atrapar ese eterno atardecer que da marco a la oscura fábula de la cineasta.

QUÉ DIJO LA CRÍTICA

“Coppola vuelve a retratar un grupo de mujeres encerradas, solitarias y sobreprotegidas, algo que había hecho en Vírgenes Suicidas, Perdidos en Tokio y María Antonieta. Mujeres que sienten que hay un más allá detrás de ese mundo que las ciñe, las condiciona, pero también las predispone”, escribió Alejandro Castañeda en EL DIA en su edición del 27 de octubre pasado, y agregó: “La cineasta ha transformado la levedad en delicadeza”.

 

 

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