Ordenan preservar documentos sobre la reparación de media vida de la nave

Edición Impresa

Preservar toda la información acerca de la reparación de media vida practicada al submarino ARA San Juan, que ayer sumó nueve días perdido en el mar. Esa fue la orden que libró la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, al complejo CINAR-Tandanor, donde se realizaron los arreglos.

En los últimos días, la jueza a cargo de una causa que fue caratulada como “averiguación de ilícito” tras una denuncia, dijo que “hay información muy sensible” en torno a la búsqueda del submarino, pero, con todo, agregó que “hoy no hay delito para investigar”.

Familiares de los tripulantes habían indicado el jueves último que el San Juan presentó en el año 2014 una “falla grave” que los asustó. Ese año había salido de una larga reparación.

A pesar de eso, el vocero de la Fuerza, Enrique Balbi, dijo que la unidad estaba en “condiciones.

La reparación de media vida del submarino ahora perdido comenzó a fines de 2008 y demandó 7 años. Se hizo en los talleres de CINAR Tandanor, donde se le cambió hasta los motores del submarino.

Las reparaciones de media vida de los submarinos son consideradas entre las obras más difíciles de la industria naval por los expertos.

Entre los aspectos más singulares de la obra, incluyó cortar al medio al submarino para reemplazar las piezas de gran tamaño y volver a soldarlo.

“La dificultad radica en que, para reemplazar los motores y los grandes pesos que tiene un sumergible, es necesario cortar el casco por la mitad con oxígeno- acetileno y separarla en dos partes, debido a que no es posible sacar, ni ingresar, equipamiento por las pequeñas escotillas del submarino. Este proceso es sumamente arduo, y fue necesario una preparación de dos años de trabajo de ingeniería en las instalaciones del CINAR para llevarlo a cabo”, detallaron en el astillero.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE