“Hay proxenetas de la zona roja y policías involucrados en lo que pasa con mi hija”

La joven fue vista por última vez hace casi 5 meses, en 1 y 63. Su madre sostiene que fue raptada por una red de trata de personas

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En una semana ya serán cinco meses en los que falta Johana Ramallo, la joven platense de 24 años, con quien sus familiares y allegados perdieron todo contacto el 26 de julio, luego de un encuentro con una amiga en 1 y 63, una esquina de referencia de la Zona Roja platense.

En estas horas, su madre, Marta Ramallo relacionó la ausencia con actividades ilícitas en ese enclave del sur del Casco y con la presunta protección policial . “A Johana alguien se la llevó y no la deja volver a su casa. Hay una red de trata en todo esto. Hay proxenetas de la Zona Roja y gente de la Policía involucrados en lo que pasa”, indicó la mujer y enfatizó en que “la hicieron desaparecer. Ella no se fue sola”.

Ramallo argumentó que “en la causa que abrió la Justicia declararon varios proxenetas. Ellos reconocen que hacen prostituir a las chicas y venden droga. En la zona hay menores prostituyéndose. Van 5 meses que desapareció mi hija y hoy mismo si uno camina por ahí verá a la Policía parada, en moto, en autos, pero parece que no se dan cuenta cómo se maneja esa gente. Eso no se puede entender”, dijo y concluyó en que “hay algo que la Policía y la Justicia no quisieron investigar”.

Según relató la madre, la jornada del 26 de julio Johana salió de su casa, en Villa Elvira, a las 13: “Dijo que se iba a encontrar con una amiga en la estación de servicio de 1 y 63 y que volvía a las 8, para que cocináramos juntas. Las cámaras de ahí la tomaron entrando y saliendo. Su amiga dijo que la cruzó en 1 y 64 y que Johana le dijo que iba para casa”. Nunca llegó.

La joven, que tiene una hija de 7 años, llevaba entonces un mes y medio separada de su última pareja. En ese lapso, indicó su madre, desarrolló amistades en la Plaza Matheu que asocia a la Zona Roja. Desde 2013 era beneficiaria del programa estatal “Ellas hacen”, que generaba trabajos de albañilería y ofrecía asistencia médica.

En la causa declararon varios proxenetas. Reconocen que hacen prostituir a las chicas” Marta Ramallo Madre de Johana

Johana se fue sola del hospital y sabemos que esa información le llegó a la comisaría novena” Marta Ramallo Madre de Johana

Ramallo sostuvo que no todo es misterio en este caso. “A 3 o 4 días de que desapareciera le sonó el teléfono y como estaba en la ducha vi el número y se lo dije. Me dijo que no atendiera y que ella me tenía que cuidar. Le pregunté por qué, le dije que hablemos. Se angustió y no comentó nada más”. ¿De quién debía cuidar a la madre? “De gente que anda en la zona de la Plaza, proxenetas, tipos que regentean la prostitución”, concluyó Marta en estas horas.

La situación se complicó al día siguiente, cuando Johana “salió diciendo que volvía a las 22, pero no vino a dormir. No atendía los llamados y volvió a las 8 de la mañana sin su teléfono. Dijo que se había descompuesto y por eso la llevaron a un hospital”. Según la mujer, su hija no pudo precisar quién la llevó ni en que situación se descompuso. El teléfono fue ubicado en la investigación judicial, tras un pasamanos entre personas involucradas con la prostitución, un remisero, un taxista y un mecánico. “Es llamativo que en un mes y medio y pasando por todas esas manos, el teléfono no haya sido activado”, indicó Ramallo.

La mujer encontró otro elemento de sospecha: “Johana se fue sola del hospital y desde ahí informaron eso a la comisaría novena, pero ahí me dijeron que nunca les habían comunicado eso”. Tras esa noche, la chica durmió en casa. Luego, “comió puchero, jugamos a las cartas con su abuela. A las 5 se fue y no volvió más”.

Desde entonces, su madre la busca. “Hice la denuncia inmediatamente. La busqué en los hospitales y entre los amigos”, dijo. Con la denuncia se inició una investigación a cargo de la fiscal Betina Lacki (UFI 2) con intervención del Juzgado de Garantías Nº 5 (Marcela Garmendia) y la dirección de investigaciones (DDI) local de la Policía. Más tarde, con la sospecha del delito de trata la causa pasó a la Justicia Federal y quedó a cargo del Juzgado Nº 1 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak. “Hay poco avance”, dijo Ramallo y añadió que “entiendo que trabajan pero sigo sin saber dónde tienen a mi hija. La Ciudad no es tan grande como para que desaparezca alguien y no pase nada. Me cuesta creer en esta Justicia”.

 

 

 

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