Ahora, todas las miradas están puestas en la obra pública

Edición Impresa

La gobernadora Vidal obtuvo ayer, al filo del cierre del año, uno de los logros legislativos que promete tener más impacto en el futuro próximo de la Provincia. La adhesión a los términos del Pacto Fiscal destraba la llegada de fondos extraordinarios. Eso, como compensación por la eliminación del Fondo del Conurbano y por dar de baja las demandas iniciadas por la injusta discriminación que sufría Buenos Aires en el reparto de parte de los impuesto que recauda la Nación. Ahora, todas las miradas están puestas en el destino de esos fondos, sobre los que ayer la oposición reclamo controles. ¿Empezará la Provincia, con este impulso, a saldar su histórica deuda en materia de obra pública? La pregunta, que responderá con hechos la administración Vidal en los próximos dos años, tiene una dimensión más urgente y clara: el área metropolitana sufre un evidente retraso en infraestructura social urbana que mejoren la vida de los más de 12 millones de bonaerenses que viven allí. En última instancia, y más allá de los avatares políticos de mediados de la década del 90 en el marco del cual fue creado, el llamado Fondo del Conurbano nació con ese fin. Pero además obliga a pensar en el también evidente retraso de obras que sufre La Plata, que fue discriminada en el reparto de fondos para este fin durante la presidencia de Cristina Kirchner. El gobierno de Vidal, asentado en la ciudad capital, debería tomar nota. Desde la culminación del Plan Maestro Hidráulico, para evitar otra tragedia como la que llenó de angustia a los platenses en 2013, hasta la reactivación del aeropuerto, pasando por la finalización del anillo vial de la Ruta 6 y la entrada al puerto, La Plata tiene una larga lista de obras pendientes. ¿Servirá este incentivo financiero que recibirá la Provincia para empezar a corregir en el corto plazo este inexplicable retraso? La respuesta la tiene la gobernadora Vidal.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE