Tensión por un dramático incendio en una fábrica de municiones en Abasto

Comenzó a las 16, cuando en el predio no había empleados. Por eso no hubo heridos. Estallaron cientos de proyectiles. Y trabajaron diez dotaciones de 9 cuarteles de la Región y alrededores, hasta controlar el fuego

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Un incendio dramático se desató ayer a la tarde en un predio de la localidad de Abasto, no tanto por las consecuencias que tuvo, sino por las que pudo haber tenido: todo pasó dentro de una fábrica de municiones, lo que provocó el estallido de una impresionante cantidad de proyectiles y obligó a la intervención de dotaciones de nueve cuarteles de bomberos de la Región y de localidades cercanas.

Increíblemente -y por suerte- no hubo heridos. Las ambulancias del SAME que fueron apostadas de manera preventiva en el lugar sólo tuvieron que asistir a un bombero que se sintió sofocado por el humo, las llamas y el calor intensos.

Todo comenzó alrededor de las 4 de la tarde en la fábrica Fullmetal, situada en el kilómetro 48 de la ruta 2, que se levanta a unos 100 metros de la línea de la autovía, por donde una impresionante cantidad de autos avanzaba en dirección a la Costa. El hecho de que el predio esté en la mano que conduce a Capital Federal facilitó la circulación de patrulleros, autobombas y ambulancias.

No está claro qué fue lo que desató el incendio en el lugar, que en ese momento estaba cerrado y sin empleados, pero minutos después de que se inició una columna de humo gris fue avanzando sobre la zona, acompañada por una secuencia ininterrumpida de estampidos que pusieron en alerta a todos los que estaban en los alrededores.

Advertidos por los llamados al 911, los móviles del Comando de Patrullas no tardaron en confirmar que ese sector de Abasto se había vuelto, de repente, de altísimo riesgo.

“QUE VENGAN TODOS”

Los primeros bomberos que arribaron a la emergencia fueron los Voluntarios de El Peligro, quienes se encontraron con “un incendio generalizado y todo un galpón en llamas, mientras explotaban las municiones”, comentó una fuente que estuvo en la escena.

No esperaron a que la situación se complicara más para pedir el apoyo de “todos los cuarteles que tuvieran disponibilidad de personal”, amplió el vocero.

Los policías organizaron el tránsito en ese tramo de la ruta para facilitar la llegada de las dotaciones. Así fueron llegando las del cuartel central de La Plata, Abasto, Olmos, Villa Elisa, San Carlos y El Pato, además de refuerzos de Berazategui y San Miguel del Monte.

“Cuando llegué escuché un ruido que parecía de agua, pero eran las balas que no paraban de estallar”, contó a este diario un policía que estaba a cuatro kilómetros de la planta cuando comenzó el incendio y se acercó a colaborar, preocupado por la columna de humo que no paraba de crecer.

Con la misma curiosidad llegaron algunos vecinos, aunque pocos medían la peligrosidad de lo que estaba pasando en el predio. De hecho, casi nadie sabía que detrás de aquel cerco de pinos, el alambrado de púas y un portón que parece impenetrable, funciona una fábrica de municiones.

“Es obvio que el fuego no llegó al depósito de la pólvora, porque si no no estaríamos acá”, especuló un policía que observaba el despliegue de bomberos y peritos en explosivos.

A la escena se sumaron el jefe de la Departamental La Plata, Diego Bravo, el de la Distrital Oeste, Sebastián Perea, personal de Defensa Civil y varias ambulancias del SAME, lo que da una idea de la magnitud del siniestro.

Hace dos años, en la puerta de la fábrica Fullmetal fue asesinado un empleado

También fueron llegando empleados de la fábrica, quienes pudieron acceder a la planta una vez que las llamas estuvieron sofocadas del todo, lo que demandó más de una hora de trabajo intenso de parte de una decena de dotaciones de bomberos. Le siguieron a eso las tareas de enfriamiento y los peritajes a cargo de los expertos de Seguridad Siniestral de la Policía. Ninguna de las distintas fuentes que consultó este diario se arriesgó a decir por qué pudo comenzar el incendio, aunque algunas reconocieron que “se detectaron fallas de seguridad” y pronosticaron una clausura inminente.

Hacia las 6 de la tarde el sol seguía alto y el calor no aflojaba, pero el clima en el lugar ya era otro: había tranquilidad. En los alrededores de la planta, el piso lucía tapizado de casquillos de bala.

ESCENARIO DE UN CRIMEN

El 28 de agosto de 2015, un empleado que se encargaba de abrir todos los días la fábrica Fullmetal -Domingo Orlando Gómez, de 57 años- fue encontrado asesinado en el ingreso al predio, con un tiro en la nuca.

Su automóvil Suzuki Fun apareció horas después prendido fuego en la ruta 36 y la calle 420, a unos quince minutos del lugar del hecho. El caso fue extraño desde el principio. No se descarta que haya sido un robo.

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