Fuertes críticas de la UCR disidente

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Un sector del radicalismo encabezado por el diputado nacional Ricardo Alfonsín, el ex vicegobernador de Santa Fe Jorge Henn y Juan Manuel Casella buscó ayer diferenciarse de la cúpula de la UCR al aprobar un documento para intentar promover el debate en el cónclave partidario de mañana en Córdoba.

Tanto Casella como Alfonsín se preocuparon por aclarar que la movida no apunta a romper la alianza con el PRO, sino que es una acción hacia “la Unión Cívica Radical para promover el debate interno, crear los ámbitos de discusión” e incidir en el cambio de orientación del gobierno que encabeza Mauricio Macri.

“Esto es una movida a la Unión Cívica Radical a ver quién aporta más, quién suma más”, dijo Alfonsín. Mientras, Casella, sostuvo que “el gobierno tiene un alto porcentaje de funcionarios que viene del sector privado que están entrenados básicamente en maximizar la rentabilidad, eso está bien para el sector privado, pero el sector público es distinto precisa de una sensibilidad política y una sensibilidad social”.

Casella dijo que la jugada apunta a lograr “activar al radicalismo para lograr un cambio de rumbo del gobierno”.

En el documento los radicales enfrentados con la conducción sostuvieron que su intención es “preservar la identidad y la vigencia del radicalismo”, reseñan que “la UCR se ha convertido en un partido sin voz, sin opinión conocida, sin comunicación con el pueblo” y sostienen que “Cambiemos fue una coalición ganadora, que no se convirtió en una coalición de gobierno”, para proponer que el partido “debe confirmar que nació como la causa de los desposeídos”.

Al hablar del vínculo con el Ejecutivo, señalaron que “las relaciones con el Gobierno se encauzan por intermedio de dirigentes que no fueron designados formalmente y que no informan públicamente sobre el contenido de sus intercambios”, en un obvio cuestionamiento a Ernesto Sanz.

 

 

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