Un micro destrozado a pedradas cerca de la bajada de la Autopista

Llegaba a la Ciudad, poco después del mediodía. Nadie salió lastimado. La bronca de los pasajeros

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A poco de llegar a la Ciudad y a 200 metros de un patrullero, vándalos atacaron a pedradas a un micro que viajaba por la Autopista. Quiso la suerte que nadie saliera lastimado, aunque el incidente renovó la preocupación por una modalidad que hace casi un año se cobró la vida de un joven.

El nuevo episodio se produjo poco después del mediodía de ayer a la altura del kilómetro 51 de la Autopista La Plata- Buenos Aires, en la mano hacia la Ciudad y a metros de la bajada.

Fue allí donde un micro de la empresa Costera Criolla que había salido de Capital Federal con destino a la Terminal de Omnibus local recibió un fuerte impacto desde el costado de la traza, que destrozó dos vidrios laterales, informaron fuentes oficiales.

testimonio

“El micro venía repleto, como siempre, pero por suerte no hubo ningún herido”, contó a este diario Guillermo, un platense que dijo realizar habitualmente ese trayecto y ayer estaba en la unidad cuando ocurrió el incidente.

Recordó que “nos tomó por sorpresa porque fue muy cerca de la bajada, pero sobre todo porque a 200 metros hay un patrullero que está allí todos los días”. Y confirmó que “fue un susto terrible para todos los pasajeros”, añadió.

“Le dijimos al chofer que siguiera, hasta que frenó varios metros más adelante para estar más tranquilo, y allí pidió ayuda”, apuntó. Por último, el hombre sostuvo que un micro “levantó a diez de los pasajeros varados, mientras que el otro contingente quedó a la espera de otro colectivo”.

Los ataques a pedradas en esa zona son recurrentes, aunque la mayoría ni siquiera se denuncia, excepto que los daños sean muy importantes o alguna persona resulte herida.

Quienes viajan a diario por la Autopista (como pasajeros o choferes) reconocen que hay “zonas complicadas” en relación con este tipo de episodios que son el resultado de una modalidad sumamente peligrosa, en general perpetrada por menores que tienen como objetivo robar a los damnificados.

El 5 de abril del año pasado, Néstor Atilio Soria (35) recibió una pedrada en la cabeza cuando viajaba en un colectivo de la línea Este por 609 entre 115 y 116.

El golpe tuvo la fuerza suficiente como para dejarlo inconsciente, y provocarle heridas gravísimas. Pasó varios días en coma y murió en el hospital San Martín. Hubo marchas, reclamos y una causa judicial por que nunca hubo detenidos, ya que desde el principio se barajó la hipótesis de que los autores eran menores.

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