Le gatillaron a una empleada y patearon a una policía en un asalto
Edición Impresa | 18 de Marzo de 2017 | 02:19

Fueron 15 minutos de terror los que vivieron los clientes y empleados de una casa deportiva del centro platense, a manos de dos delincuentes que no dudaron en gatillarle una joven, patear en el piso a una mujer policía y encañonar a los padres de una nena de 7 años que, después del atraco, no paraba de llorar en la vereda del comercio.
Todo esto sucedió ayer, alrededor de las 19, en Mateu Sports de diagonal 80 y 47.
“Los delincuentes eran dos dos, uno de entre 25 y 30 años y otro de no más de 22”, reveló a este diario un matrimonio que estuvo presente en el hecho y 45 minutos después seguía allí, con las persianas del local ya bajas y tratando de consolar a su pequeña hija, que no podía salir de la conmoción.
Recordaron que al momento del asalto “el negocio estaba lleno” y que los dos ladrones mostraron armas. Además de robar la recaudación del comercio, “a la mayoría de los clientes les sacaron sus billeteras y celulares. Por suerte nosotros nos salvamos”, aclararon.
Calcularon que los asaltantes estuvieron dentro del comercio “unos 15 minutos”.
“Primero entraron como clientes y hasta pagaron unas mercaderías - detallaron los testigos-; se fueron y al rato volvieron para robar”.
DISPUESTOS A TODO
Uno de los momentos más tensos se vivió cuando “uno de los delincuentes le gatilló en la cara a una cajera, pero de milagro la bala no salió”, confirmaron, antes de agregar que también la pasó muy mal una “mujer policía que estaba uniformada, porque la tiraron al piso y le pegaron una fuerte patada en las costillas”, aportaron los damnificados.
Una versión daba cuenta de que a la oficial “le sacaron el cargador de la pistola reglamentaria y lo tiraron cerca del sector de cajas”, mientras que otras fuentes dijeron a EL DIA que los delincuentes “le robaron el arma reglamentaria”.
También había contradicciones respecto del rol que cumplía la agente al momento del hecho. Algunos voceros aseguraron que estaba “haciendo tareas de consigna”, mientras que otros refirieron que “ya había terminado su servicio y fue a hacer unas compras”.
Lo concreto es que “hubo algunos gritos de miedo entre el personal y los clientes”, pudo saber este diario. Los ladrones no ahorraron amenazas para mantener intimidadas a las víctimas, a quienes les ordenaron que “no los miráramos y entregáramos todo lo de valor”.
El matrimonio que conversó con este diario recordó que a ellos los sorprendieron mientras hacían el trámite para sacar un préstamo y “comprar calzado” deportivo.
Más tarde, policías motorizados demoraron a dos sujetos que se ajustaban a la descripción de los sospechosos. Fue en un operativo realizado en 126 bis entre 530 y 531.
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