Una visita a Rotterdam y un poco de ballet antes del regreso

El presidente Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada, recorrieron hoy el puerto de Rotterdam, el más grande de Europa, acompañados de los reyes holandeses, Guillermo y Máxima, para conocer uno de los puntos comerciales más importantes de Holanda.

El alcalde de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, recibió a ambas parejas en las cercanías del puerto, antes de empezar el recorrido en un buque que lleva el nombre del explorador inglés James Cook.

Varios expertos y representantes del mundo de los negocios explicaron a los jefes de Estado las diversas terminales y las nuevas soluciones de logística que rigen en el gran área industrial de Maasvlakte, una ampliación del puerto situada en el mar del Norte.

Macri también pudo ver de cerca el funcionamiento de Euromax, una de las terminales de contenedores más avanzadas y respetuosas con el medio ambiente, diseñada para gestionar los buques portacontenedores.

Antes de partir hacia la ciudad portuaria de Rotterdam, las delegaciones argentina y holandesa asistieron a la firma de un memorando de entendimiento entre ambos países. Este acuerdo establece los mecanismos de cooperación en las áreas de empleo y diálogo social, que permitan transferir conocimientos "en relación a modelos de concentración" entre el sector público, los sindicatos y las organizaciones empresariales.

El acuerdo fue firmado por los ministros de Trabajo Jorge Triaca y Lodewijk Asscher, en un acto que se celebró en el complejo parlamentario de La Haya en presencia de los reyes holandeses y la pareja presidencial. Esta cuestión centró el encuentro de este mediodía entre el primer ministro holandés, Mark Rutte, y Macri, quien mostró su interés en aprender de la experiencia holandesa este tipo de prácticas, como el diálogo social y laboral entre los representantes de los diferentes sectores.

Macri y Awada asisten esta tarde a una representación de ballet en el Teatro Dilligentia, en La Haya, acompañados de los reyes holandeses, la princesa Beatrix y el príncipe Constantijn, antes de emprender el regreso a Buenos Aires.