Números en rojo: Las selecciones juveniles siguen en caída libre

El opaco presente del fútbol argentino está reflejado también en la labor de las selecciones juveniles que han tenido una muy pobre actuación en sus últimas presentaciones internacionales.

La agónica clasificación del Sub 20 al próximo mundial de la categoría y la penosa eliminación del Sub 17 en el Sudamericano de Chile son sólo una parte de la caída.

Los juveniles llevan ocho años en crisis. Ni los títulos regionales del Sub 17 en 2013 y del Sub 20 en 2015 alcanzan para cubrir el déficit.

La Argentina disputó en ese lapso seis mundiales, sin ganar ninguno. Además en dos ocasiones quedó eliminada en primera ronda y solo una vez accedió a semifinales.

Otras tres, ni siquiera lo disputó por no haber conseguido superar la ronda sudamericana.

El último gran logro se remonta a los juveniles que obtuvieron el oro olímpico en Pekín 2008, el segundo en la historia del fútbol argentino luego del obtenido en Atenas en el año 2004.

 

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