Vianda escolar: además de rica y sana es importante que sea justa

Nutricionistas resaltan la importancia de que las raciones no excedan lo requerido por los chicos

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El comienzo del ciclo lectivo y el retorno a la rutina anual vuelve a poner a madres y padres frente a uno de los grandes desafíos de la organización familiar: cómo resolver la alimentación de los chicos cuando están en la escuela, un reto tanto más difícil cuanto que las opciones que ofrecen generalmente los kioscos dentro de los propios establecimientos distan de ser lo ideal.

A la complejidad de prepararles todos los días viandas que sean ricas y saludables, se le suma un tercer factor que los especialistas en nutrición recomiendan no descuidar: el tamaño de las raciones. Dado que no se trata sólo de alimentar a los chicos sino también de inculcarles hábitos que los ayuden en un futuro a cuidar su salud, los profesionales resaltan la importancia de no ofrecerles porciones más grandes de las que deberían comer.

“En el momento de la preparación de las viandas es muy importante adaptar la cantidad de las mismas a los diferentes niveles (inicial, primario y secundario) con la finalidad también de enseñarles a comer lo justo y asegurarnos además de que cumplimos con las necesidades individuales de cada niño”, señala la doctora Virginia Busnelli, médica especialista en Nutrición.

“Sabemos que la buena calidad y la cantidad de alimentos influyen en un mejor aprendizaje y rendimiento de los niños en las escuelas. Por eso, qué comida llevan en las viandas y en qué cantidad son cuestiones importantes que definen no sólo el desempeño en el aula sino también el futuro de su salud”, agrega.

“Comer con frecuencia comidas hipercalóricas como snacks, alfajores, galletitas dulces, jugos azucarados y gaseosas favorece el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y otros problemas”, remarca la doctora Busnelli, quien sin embargo aclara que “es importante no realizar prohibiciones alimentarias en los niños” y que “la alta disponibilidad de alimentos de calidad resulta siempre la mejor opción”.

A la hora de elegir el contenido, los nutricionistas recomiendan hacerlo en forma variada y armónica, recordando que los chicos no comerán en el colegio lo que no les gusta en casa, e incorporando los seis grupos de alimentos: lácteos, carnes, verduras, frutas, cereales y grasas.

“Para beber, lo ideal es agua, mineral o corriente si es segura. Otra posibilidad es la leche, que brinda un aporte irremplazable de calcio. Se pueden agregar cartones individuales de leches saborizadas o chocolatadas, preferentemente descremadas (para chicos a partir de los 2 años) y, si se opta por jugos, elegir sólo los que son 100% naturales o no contienen azúcar”, señala por su parte la licenciada en Nutrición Mercedes Salerno.

No menos importante que la calidad y la cantidad son las condiciones de seguridad alimentaria a la hora de preparar una vianda escolar. Los expertos recomiendan prestar especial atención a la cocción, temperatura, conservación, envase, transporte, refrigeración, y la relación entre la preparación y el tiempo de consumo del alimento.

 

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