Una joven promesa del ciclismo que ya empezó a levantar vuelo

 

Mathias Merli tiene apenas 18 años y sueña a lo grande. Su pasión es andar en bicicleta y no hay nada ni nadie que pueda impedírselo.

Es un pibe de barrio que vive en Villa Elisa y la tiene clarísima: si bien compite en Mountain Bike desde hace 3 años, sabe que no puede abandonar los estudios.

Actualmente se encuentra cursando el 7mo año de Electromecánico en el Colegio República de Italia Nº 2 de Villa Elisa. Y así divide su tiempo entre el pedaleo y los libros.

Mathias acaba de llegar de Mina Clavero, Córdoba, donde compitió en la prestigiosa 7ma Vuelta de Las Altas Cumbres. Pero esa no es la noticia, sino que este vecino de Villa Elisa se quedó con el primer lugar del podio en una competencia de la que participaron otros 30 corredores de la categoría juveniles de todo el país. Y como si fuera poco, en la tabla general quedó en el 56º lugar entre 900 competidores.

La pasión de Merli por este deporte arrancó desde chico. Primero fue un hobby: “Arranque con una bici playera y de a poco me fui metiendo más y más en el deporte en sí. Después pasó de ser ese hobby a un deporte con objetivos muy claros por cumplir”, contó el joven deportista.

Su abuelo también fue ciclista, pero una lesión le cortó su sueño. Por eso Mathias es un claro ejemplo de que los genes siempre terminan apareciendo, porque él tomó la posta y hoy es protagonista de importantes competencias a nivel nacional.

Entrena todos los días. Tiene rutinas y lo complementa con gimnasio. Siempre a contraturno de la escuela porque si bien admite que lo que hace “es un sacrificio”, también tiene en claro que “primero está el estudio y después todo lo demás. Ojalá pueda vivir de la bici, que es lo que me gusta, pero sé que primero tengo que terminar el cole. Me pierdo muchas cosas porque estudio, entreno, como y duermo, pero yo así soy feliz. Tengo mis amigos del ciclismo y disfruto andando en bici. Mi vida se la dedico a esto”.

Lo que viene no es fácil para esta joven promesa local ya que a fin de mes tendrá el desafío de Río Pinto, en la cumbre cordobesa, el cual se trata de una carrera muy dura por las dificultades que presenta el territorio, con desniveles, que “para la gente del llano se nos hace muy complicado -cuenta Merli-. Además ahí nunca me subí al podio, siempre estuve entre los 10 primeros. También en julio tengo el Campeonato Argentino en Río Ceballos y por suerte este año pude entrar en el equipo de `Raleigh Dal Santo`, que me dan una mano muy importante para que pueda concurrir a estos eventos”.

A la hora de hablar de cómo se prepara físicamente para estas exigentes competencias cuenta que “requiere de muchas horas y sacrificios. Mi entrenador Miguel Angel Hidalgo y mis médicos me ayudan para que llegue óptimo a cada carrera, dejando el 101% como tiene que ser. Un deportista que quiere llegar lejos tiene que sacrificarse en muchos aspectos como reuniones, alimentación, horas familiares y muchas cosas más, pero cuando uno tiene un sueño por cumplir, nada ni nadie lo detiene”.

Precisamente el sueño que persigue es “correr el mundial, y más adelante ir a correr a Europa y vivir de la bici. También me gustaría ir a un Juego Olímpico”. Si bien le falta mucho por recorrer, Merli va por buen camino.