El príncipe Enrique reveló que vivió “años de caos” tras la muerte de Lady Di

LONDRES.- El príncipe Enrique de Inglaterra rompió con la tradición real de guardar silencio sobre los asuntos de salud mental para abordar los graves problemas emocionales que sufrió tras la muerte de su madre, la princesa Diana. Enrique (32) dijo en una entrevista con The Daily Telegraph publicada ayer que desde el deceso de su madre, en un accidente automovilístico en 1997, estuvo a punto de sufrir varias crisis nerviosas y que necesitó terapia cuando terminó el secundario. Aunque ahora está bien, según contó, durante casi 20 años “bloqueó todas sus emociones” y estuvo “varias veces al borde de un colapso nervioso”, confesó al diario. Describió el largo y doloroso proceso de negarse a afrontar su sentimiento de pérdida, que terminó cuando buscó sostén profesional para lidiar con la presión y la infelicidad.

“Mi forma de abordarlo fue metiendo la cabeza en la tierra, negándome incluso a pensar en mi madre, porque pensaba que eso no me ayudaba”, relató sobre su adolescencia y los años posteriores, un período en el que comenzó una exitosa carrera militar y en el que ocasionalmente protagonizó titulares no deseados, especialmente tras ser fotografiado jugando al billar desnudo en Las Vegas.

SENTIMIENTOS NEGATIVOS

Dijo que varias veces tuvo “ganas de agarrar a golpes a alguien” y que empezó a practicar el boxeo para desahogar su agresión interna. La larga supresión de su duelo desembocó en “dos años de caos total”, apuntó. Enrique explicó que simuló una vida estupenda hasta que empezó la terapia y se enfrentó a sus problemas. “De pronto, todo ese dolor que nunca había procesado comenzó a brotar y me dije: ‘Hay un montón de cosas aquí que tengo que tratar’”, indicó.

Junto a su hermano mayor, el príncipe Guillermo (quien lo ayudó a buscar terapeuta), y su cuñada Kate, duquesa de Cambridge, Enrique trabaja con una ONG que promueve la salud mental. Sostienen que los problemas de esta índole deberían tener la misma prioridad que otras enfermedades y deben contarse abiertamente, sin estigmas. El príncipe también ha ayudado a soldados heridos en las guerras y ha organizado los Juegos Invictus, para fomentar la competencia deportiva entre personal militar herido o enfermo.