La heredera de la extrema derecha que busca la conquista de Francia

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Marine Le Pen, hija del líder histórico de la extrema derecha francesa, lloró de alegría cuando en el año 2002 su padre provocó un terremoto político pasando a la segunda vuelta de las presidenciales. Pero mientras que Jean-Marie Le Pen nunca pensó realmente poder llegar a ser jefe de Estado, su carismática hija y heredera política está convencida de que lo logrará.

La candidata del Frente Nacional (FN) ha sabido capitalizar el hartazgo de los franceses ante el desempleo y la inmigración, y aprovechar la ola nacionalista en Europa para convertirse en uno de los principales favoritos a acceder al ballotage. Esta abogada, de 48 años, promete, entre otras cosas, la suspensión de los acuerdos de libre circulación en el seno de la Unión Europea (UE), la expulsión de los extranjeros sospechosos de radicalización y la supresión del ‘ius soli’ (nacionalidad por derecho de suelo de nacimiento).

Desde que accedió al liderazgo del FN en el 2011, sucediendo a su padre del que se ha distanciado en los últimos tiempos, Le Pen purgó en gran medida al partido del antisemitismo que lo caracterizó durante décadas y evita las alusiones a la II Guerra. La estrategia dio sus frutos y la formación mejoró sus resultados en todos los comicios.

Con su renovado discurso “patriótico” dirigido tanto a la derecha como a la izquierda, el FN se impuso holgadamente en Francia en las elecciones europeas y municipales de 2014, impulsado por el mismo movimiento popular antisistema que condujo al voto a favor de la salida del Reino Unido de la UE, así como a la elección de Donald Trump en EE UU.

Oradora eficaz, Marine Le Pen abandonó el tradicional discurso nacionalista pero económicamente liberal de su partido, y ahora se presenta como la defensora de los trabajadores franceses perjudicados por la globalización. Le Pen no perdió apoyo pese a la investigación abierta contra ella por un caso de presuntos empleos ficticios en el Parlamento Europeo, donde tiene una banca de eurodiputada, y sobre presuntas irregularidades en el financiamiento de campañas electorales pasadas. De carácter firme, es madre de tres hijos, se divorció dos veces y vive actualmente en pareja con uno de los dirigentes del FN, Louis Aliot.

 
Si tuviera que definirme, creo que contestaría simplemente que soy intensa, orgullosa, fiel, evidentemente francesa. Tomo los insultos a Francia como si fueran contra mí directamente”

 

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