“Tenía terror de vivir en esa casa”, dijo el abuelo de Florencia
Edición Impresa | 6 de Abril de 2017 | 01:43

Carina Di Marco, madre de la nena de 12 años que fue violada y asesinada en la provincia de San Luis, se negó a declarar ayer como presunta partícipe necesaria de los abusos previos que sufrió la pequeña. La mujer seguirá detenida, como ya lo está el padrastro de la víctima, Lucas Gómez, aunque por los ataques sexuales y el femicidio.
Florencia Di Marco tenía 12 años cuando fue salvajemente violada y asesinada en la madrugada del 22 de marzo, en los alrededores de un arroyo de la zona de El Saladillo.
Los investigadores no ocultaron su sorpresa por la frialdad de Di Marco. “Cuando le dijeron que estaba detenida, respondió ‘bueno’, como si nada. Y cuando le avisaron que le sacaban la tutela de la beba que nació la misma semana en que mataron a Florencia, volvió a decir: ‘Bueno’”, revelaron a la prensa fuentes de la investigación.
Por lo que contaron los voceros, la misma postura adoptó ayer a la mañana al ser indagada por la jueza Virginia Palacios.
Mientras, Lucas Gómez -padre de los otros tres hijos de Carina Di Marco- está preso en una cárcel de San Luis.
La situación de la mamá de Florencia se complicó a medida que los investigadores avanzaron sobre los detalles de la vida familiar. Y el martes pasado la jueza Palacios ordenó su detención, en base al informe que recibió de la comisión investigadora que envió a Mendoza, donde vivía la familia de Florencia antes de mudarse a San Luis. “De ese trabajo surgió que la escuela a la que iba Florencia tomó conocimiento sobre los abusos y que convocó e informó a la mamá pero ella dijo que su hija era una mentirosa”, explicaron fuentes del caso.
Carina Mantelli, abogada de Di Marco, adelantó que pedirá que se llame a declarar a los maestros que Florencia tuvo el año pasado en Mendoza, y los acusará por no haber denunciado los abusos que supuestamente les había confesado la niña.
Los investigadores también se entrevistaron con el abuelo materno de la nena. “Dijo que Florencia no quería estar en San Luis, que tenía terror de vivir en su casa, que le había dicho a su madre y a su padrastro que a la noche le zarandeaban la cama y no le dieron bolilla”, agregaron voceros del caso. Tras la detención, la Justicia de Familia de San Luis decidió quitarle a Di Marco la tutela de los tres hijos que tuvo con Gómez y entregársela a un hermano de la mujer de manera provisoria.
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