“Las condiciones son malísimas”
Edición Impresa | 9 de Abril de 2017 | 03:15

“Aunque se supone que la mitad de la carga horaria de una residencia es para asistencia y la otra mitad para actualización, la realidad es que la crisis del sistema hospitalario ha llevado a que los residentes estemos cubriendo baches más que recibiendo una verdadera formación profesional. Imaginate cuánto más difícil es entonces acceder a una formación en lugares donde las estructuras formativas vienen de estar inactivas muchos años y encima la demanda de recurso laboral es mayor. Si es necesario incentivar tanto a la gente para que vaya a hacer su residencia en el interior es por una razón muy simple: las condiciones son malísimas”, dice Laura Cano, una médica recién graduada que pese a ser de Rauch está realizando su residencia en el Hospital José Ingenieros de Romero.
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