Visto y oído - La Provincia

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Una ausencia muy comentada en un acto oficial

La visita de la Gobernadora no llamó la atención, pero sí que no estuviera acompañada por el intendente del distrito. María Eugenia Vidal desembarcó ayer en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, una referencia para la salud pública en el municipio del sur del Gran Buenos Aires, donde supervisó obras en el sector de internación y la unificación de las unidades de Terapia Intensiva y Coronaria, entre otros trabajos que se desarrollan en el nosocomio. La mandataria estuvo acompañada por la ministra Zulma Ortiz, el subsecretario de Atención de la Salud de las Personas, Leonardo Busso; el director de Arquitectura del Ministerio de Infraestructura, Joaquín Gándara; y la titular del centro asistencial, Nancy Gaute. De la delegación de autoridades no formó parte el intendente Martín Insaurralde (PJ-FpV), que está cada vez más crítico de la gestión macrista, pero sí participó Gabriel Mércuri, primer concejal de Cambiemos en el distrito y aspirante a suceder a Insaurralde en 2019. Así que la visita, originalmente planeada para controlar cómo se invierten los 68 millones de pesos que puso la Provincia en el hospital Gandulfo, también tuvo en Lomas un contenido político-electoral. Como casi todo lo que hacen los funcionarios y dirigentes este año. Pero la ausencia de Insaurralde no fue el único aspecto llamativo de la visita de Vidal al hospital. Como se dijo, la mandataria estuvo acompañada de la directora Nancy Gaute, nada menos que la esposa del diputado provincial peronista, Fernando “Chino” Navarro. Uno de los líderes del Movimiento Evita, Navarro trabaja activamente en la candidatura de Florencio Randazzo en la interna del peronismo bonaerense. Insaurralde parecía cerca de Randazzo, pero en las últimas semanas tomó distancia y volvió a exhibirse cerca de sus pares K y La Cámpora. Vidal quedó ayer, en medio de esa puja.

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